Victoria Montenegro volvió a decir que sus apropiadores le enseñaron desde chica que no podía llorar frente al enemigo porque era un modo de mostrar debilidad. Ayer, frente a los restos de su padre Roque “Toti” Montenegro, Victoria lloró. “Estoy feliz porque lo trajimos de vuelta”, dijo. “Ese mismo Estado que decidió ese final es un Estado que les permite a sus nietos ahora saber que es posible un país más justo.” Victoria, sus hijos y Gustavo, su marido, homenajearon a Roque con una celebración en la Parroquia de la Santa Cruz. Estuvo la madre de Plaza de Mayo, Taty Almeida; estuvo el nieto recuperado Horacio Pietragalla y también miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense, a quienes Victoria les agradeció especialmente porque identificaron a su padre, cuyos restos estaban en un cementerio de Uruguay. Este jueves, Victoria llevará a su padre al pueblo de Metán, en la provincia de Salta, donde vivía y comenzó su militancia. En el cementerio van a dejar aún cosas pendientes, porque todavía esperan a Hilda Ramona Torres, la madre de Victoria.