Antonio Caló sigue en carrera. El jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) reapareció y desmintió otra vez que haya bajado su candidatura a secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), que, tras desconocer el congreso realizado por Hugo Moyano, elegirá su nueva conducción en un encuentro convocado para el 3 de octubre. “Estoy en la cancha nuevamente”, afirmó el dirigente metalúrgico, quien admitió que tuvo “un pico de presión” del que ya está recuperado y que no le impedirá seguir el camino para llegar a la cabeza de la central sindical: “Pese a los rumores, estoy preparado para conducir la CGT si los compañeros me acompañan”, sentenció Caló.

No es la primera vez que Caló sale a desmentir que haya renunciado a su candidatura para dirigir el sector más numeroso de la CGT (compuesto por los sindicatos industriales y de servicios más importantes), después de la fractura que provocó el camionero Hugo Moyano arrastrando a sus gremios más fieles detrás de su re-reelección. “Si los compañeros quieren que Caló siga siendo el candidato a secretario general de la CGT, yo estoy a su disposición”, señaló el líder metalúrgico, para dar por tierra con las versiones que lo habían marginado de la disputa gremial.

Caló atribuyó los rumores de su renuncia a un problema de salud que afrontó en la última semana. “Hace días hice un comentario sobre mi pico de presión con unos compañeros y que me iba a hacer un chequeo, y que si éste no me daba bien, por supuesto, iba a aceptar las indicaciones médicas”, dijo el metalúrgico. “Esto forma parte del ambiente en que uno tiene que manejarse”, continuó, para luego manifestar: “No estoy acostumbrado a esto porque ayer (martes) hasta hubo versiones de que estaba internado”.

Inmediatamente, aclaró que la afección no le impedirá seguir en carrera por la secretaría general de la CGT: “Luego de un chequeo médico en el día de ayer (martes), los facultativos me dijeron que podía seguir normalmente con mis actividades gremiales”.

“Sigo estando a disposición del Comité Central Confederal”, señaló Caló, cuya candidatura cuenta con el respaldo de los sectores de los independientes, Gordos y ex moyanistas. De esta manera, Caló intentó despejar los rumores que daban cuenta de que en el antimoyanismo se había abierto la disputa por un nuevo candidato para reemplazar al metalúrgico.

Las versiones periodísticas sobre la renuncia de Caló, en cambio, abrieron ciertas expectativas en las otras fracciones cegetistas. “Siempre está abierta la voluntad para un proceso de unidad (en la CGT), pero indudablemente debería ser un proceso donde no haya una intromisión del Gobierno”, dijo Juan Carlos Schmid, dirigente del gremio de Dragado y Balizamiento y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT moyanista, cuando lo consultaron por la renuncia de Caló.

Luis Barrionuevo también sumó su propia versión a los rumores. El gastronómico sostuvo que Caló es “una excelente persona” y un “tipo espectacular”, pero estimó que su gremio le pidió que no se postule por el sector antimoyanista ante el panorama de división sindical. “La UOM siempre buscó la unidad, y le habrán dicho que en estas condiciones bajo ningún punto de vista pueden proponer un hombre”, opinó Barrionuevo, que comanda su propia CGT, Azul y Blanca, desde donde coqueteó con los moyanistas y con sus adversarios en un frustrado intento por conseguir una conducción tripartita de la central. De todos modos, Barrionuevo insistió en que “no es imposible” conseguir la unidad cegetista. “Si llegamos antes del 3 de octubre con la unidad, mejor, y si no se puede dar en el congreso”. El gastronómico tampoco se privó de aconsejar al camionero Moyano: “Estar enfrentados a muerte con el Gobierno no sirve”.

Pero ayer las especulaciones parecieron terminar, con la reaparición de Caló y con sus declaraciones: “Pese a los rumores, estoy preparado para conducir la CGT si los compañeros me acompañan”.