La Agencia Metropolitana de Transporte se reunirá hoy en la Casa Rosada. Por segunda vez se encontrarán el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, un representante del gobierno porteño que podría ser Mauricio Macri y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, para dialogar sobre la problemática del transporte en el ente tripartito creado hace dos meses por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El traspaso del subte y de las 33 líneas de colectivos que transitan dentro de los límites de la Ciudad será uno de los puntos que tratarán en la agenda.

A partir de las 11 se reunirán los funcionarios para avanzar en la consolidación del organismo que busca mejorar el transporte público y la interconexión entre el conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires.

Nación y Ciudad expresaron las expectativas que se crearon a partir del llamado a la reunión, y los funcionarios porteños adelantaron que esperaban alcanzar una solución en el tema del subte “antes de fin de año”, dando una vuelta en la línea que se habían trazado hasta ahora, que llevó a los habitantes de la Ciudad a la imposibilidad de contar con el servicio por diez días debido a un reclamo gremial iniciado a partir del desconocimiento por parte de las autoridades porteñas de su obligación de asistir a la discusión de las paritarias del sector por negarse a hacerse cargo.

Con las tintas cargadas sobre la conflictividad creada por la responsabilidad jurisdiccional sobre los subterráneos, la reunión tendrá todas las miradas sobre ese punto. El convenio firmado en enero por los representantes de la Ciudad y los de la Nación en cuanto al pase de manos del subte y la posterior negación de las autoridades porteñas dejó al servicio colgado de una nebulosa. Con la decisión de aumentar el pasaje de 1,10 peso a 2,50 pesos, el macrismo rubricó el traspaso, pero luego no quiso tomar las responsabilidades asumidas, con el argumento de que “el servicio no está en condiciones de seguridad”.

En aquella primera reunión se acordó diseñan un plan conjunto de carácter quinquenal que iba a ser presentado en 90 días, pero no volvieron a verse las caras los principales protagonistas con decisión política. A partir de allí hubo encuentros en los que participaron los equipos técnicos de las secretarías de Transporte encabezadas por Alejandro Ramos, de Nación, Guillermo Dietrich, por la Ciudad, y Hugo Bilbao, por Buenos Aires. Allí, por fuera de la disputa política, se trataron fundamentalmente las alternativas para descongestionar la autopista Illia, la ampliación de la redes del subterráneo y el soterramiento del tren Sarmiento, entre otros temas.

“Esperamos que Macri venga a la reunión del lunes ya como responsable del servicio de subterráneos”, indicó Randazzo durante el fin de semana, con la esperanza de avanzar en el problema que genera mayor tensión por la falta de responsabilidad asumida por el macrismo. La convocatoria fue realizada el jueves de la semana pasada para avanzar en la conformación del ente tripartito, a la vez que el gobierno porteño envió una carta solicitando por nota que convoque “a la brevedad” a una nueva reunión. En el llamado se solicitó que cada gobierno envíe una lista con los representantes que participarán del cónclave, por lo que si bien confirmó la asistencia de una delegación del Gobierno de la Ciudad, no estaba garantizada la presencia de Macri.