“No tienen intención de resolver nada. Lo único que vinieron a hacer es a pedir más tiempo”, señaló a Página/12 una fuente de la Casa Rosada todavía enojada por el paso de la vicejefa de Gobierno porteño en la reunión por el transporte en el área metropolitano. El dictamen judicial que obligó al Gobierno de la Ciudad a utilizar los 124 millones de pesos enviados por Nación a cuentas de la Ciudad “es un gran paso para que (el jefe de Gobierno Mauricio) Macri se haga cargo de una vez del servicio”, agregó la fuente consultada.

“Piden diálogo, pero cuando la mesa está disponible para plantear posicionamientos lo único que hacen es pedir más tiempo”, señalaron en los despachos de la Casa de Gobierno apuntando a la participación del macrismo en la mesa de diálogo para el armado de la Agencia Metropolitana de Transporte que funcionó ayer, encabezada por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. La negativa por el traspaso de la red de subterráneos por parte del gobierno macrista se extiende casi desde principios de año cuando, unos meses después de haber firmado el convenio para formalizar la transferencia de jurisdicción, Macri se retractó “por la poca seguridad” que brindaba el servicio “después de diez años de abandono” del subte.

Macri dio un giro de ciento ochenta grados en el traspaso de subtes incluso después de haber aumentado el pasaje un 127 por ciento, es decir, de hacer uso de las facultades que emanaron del documento firmado con la Nación. El gobierno nacional envió al Congreso un proyecto que se tradujo en ley en el que se formalizaba el traspaso de los subtes y de 33 líneas de colectivos que circulan dentro de los límites de la Capital Federal. El macrismo rehuyó también la ley firmada por los representantes políticos de las provincias y mantiene su postura que llevó a un conflicto de diez días con los trabajadores del subte al no tener con quién discutir las paritarias.

“El fallo de la jueza ratifica que Macri tiene que usar el dinero depositado en las cuentas por el gobierno nacional para obras y mantenimiento del servicio y para que se dé cuenta de que indefectiblemente tiene que hacerse cargo”, señaló el funcionario sobre la decisión que tomó el juzgado porteño el sábado pasado. “La decisión es un gran paso. Pone en evidencia que no querían tocar la plata porque no les interesa resolver los problemas de los porteños”, agregó la fuente ante la pasividad de los funcionarios porteños de tomar cartas en el asunto y destacó que “existen veinte formaciones que salieron del servicio por falta de mantenimiento, lo que repercute en la seguridad del servicio, y con ese dinero el Gobierno de la Ciudad va a poder resolverlo”.

La reunión que fue solicitada por los representantes porteños “fue algo extraña porque no vinieron a nada. Lo único que pidieron fueron 15 días para ver qué funcionario designan en el ente tripartito”, continuó el dirigente, enfocando en las “acciones dilatorias” que propone el macrismo. “Están especulando con el tiempo para que se desate un nuevo conflicto con el subte”, señaló anticipando un escenario complicado para las próximas semanas si el gobierno porteño no toma el servicio de subtes como propio. “Fueron a dilatar y demorar todo. Pedir quince días para pensar a quién designar es un despropósito”, insistió la fuente de Gobierno.

“La actitud del gobierno porteño es parecida a lo que hace Hugo Moyano. Piden y reclaman diálogo y cuando se responde, como puede ser el Consejo del Salario que se reúne mañana (por hoy), deciden que no participan”, aseguró el funcionario kirchnerista, a la par que explicaba que “el diálogo para ellos es ir a quejarse a algún medio por la falta de diálogo, pero en cuanto se tienen que sentar a dialogar o no aparecen o presentan medidas dilatorias”. Pero el dirigente señaló que había indicios de que la situación podría resolverse cuando el jefe de Gobierno comience a sumar fallos judiciales. “En la reunión volvieron a mostrar que no tienen intenciones de hacerse cargo del servicio de subterráneos, pero la medida los pone contra las cuerdas”, enfatizó.