EL PAíS
› EL HERMANO EDUARDO, A LOS GOLPES EN UN AVION
Bajo el ejemplo de Alfonsín
Sin duda, a los escraches y cacerolazos hay varias formas de responderle. Una de ellas es satisfacer los reclamos. Pero últimamente, los senadores prefieren en cambio tomarse a golpes contra aquellos que los hacen blanco de sus quejas. La semana pasada le pasó al radical Raúl Alfonsín. Ahora fue el turno del riojano Eduardo Menem, quien ayer golpeó en pleno vuelo a un pasajero que, según el senador, lo había insultado.
Así como ocurrió con Alfonsín, las versiones de cómo ocurrieron los acontecimientos son contradictorias. Lo real es que hubo golpes. Según los allegados del legislador, el altercado se produjo en Catamarca, durante la escala que realizó el avión de la empresa Southern Winds antes de dirigirse a Buenos Aires.
Menem, como es su costumbre, se sentó en la segunda fila del avión. Delante suyo estaba un hombre joven. Los colaboradores del senador juran que era “fornido” y que apenas lo vio comenzó a “cantar” contra los hermanos Carlos y Eduardo Menem. Aseguran además, que “en el mismo momento que profirió el insulto contra el senador, se dio vuelta y lo miró, a lo que el legislador le preguntó ‘¿cómo dijo?’”. El senador no esperó a que finalizara la respuesta y le propinó un fuerte puñetazo en el rostro.
La situación no pasó a mayores porque intervino la tripulación que, de acuerdo a lo relatados por los menemistas, el agresor fue trasladado hacia el fondo del avión. Todo ocurrió justo en el momento que ascendían los nuevos pasajeros que no ocultaron la sorpresa que les causaba el espectáculo. Separados los luchadores, el piloto de la aeronave hizo labrar un acta en el aeropuerto catamarqueño. Y el avión terminó despegando con 45 minutos de retraso generalizando la molestia de los viajeros.
La versión que brindó el subjefe de la aeroestación catamarqueña, vicecomodoro Ramón Salinas, tiene algunas diferencias con la relatada por los hombres del senador. El funcionario ascendió al avión por un pedido que había transmitido el piloto cuando se dirigía a Catamarca. Dijo además que ya todo había culminado cuando se hizo presente en el interior de la aeronave y que como relató el comandante a la torre de control, “el senador Menem había sido trasladado a otro sitio del avión”.
A partir del puñetazo, Menem se convirtió en el segundo senador nacional que responde de manera directa a los escraches y repudios. Los golpes de puño es la estrategia que inauguró la semana pasada el ex presidente Alfonsín, quien contestó con una andanada de trompadas a un grupos de vecinos que se habían concentrado en la puerta de su departamento porteño. Los calificativos “ladrón y corrupto” sacaron de las casillas al proverbialmente cascarrabias dirigente radical.