EL PAíS
› LO QUE SABIA LA SIDE DEL ATAQUE A LA AMIA
Primer desafío para Acevedo
“Todos los caminos conducen a la SIDE”, afirmó ayer el titular de la AMIA. Las distintas administraciones de la central de inteligencia se negaron a suprimir el secreto sobre este tema.
› Por Raúl Kollmann
El flamante titular de la SIDE, Sergio Acevedo, deberá resolver sobre aspectos delicados que relacionan a la central de inteligencia con la investigación del caso AMIA. Tal como adelantó en exclusiva Página/12 el 23 de mayo pasado, una revisión impulsada por los fiscales demostró que existe un cable de la Cancillería dirigido a la SIDE donde se le advierte del peligro. Sin embargo, no se tomó medida alguna. También el Tribunal Oral ordenó investigar un dato extraño que aparece en la causa: enseguida después del atentado se intervinieron teléfonos de sospechosos argentinos e iraníes, lo que podría evidenciar que ya había datos previos al ataque. A raíz de estas evidencias, el presidente de la AMIA, Abraham Kaul, anunció ayer que le pedirá al presidente Néstor Kirchner que deje de ser secreto el sumario interno que existe por la investigación del caso AMIA y que dé vía libre para que en el juicio oral declaren, sin limitaciones, los agentes que estuvieron asignados a la pesquisa de los atentados. “Todos los caminos conducen a la SIDE”, dijo ayer Kaul.
La sospecha que existe en el Tribunal Oral que lleva el juicio por la AMIA y la que siempre existió entre familiares y querellantes es que la SIDE supo del atentado de antemano, se le escapó de las manos y después fraguó pistas falsas para tapar el vergonzoso fracaso. Los indicios que van en ese sentido son varios, pero últimamente se conocieron dos:
u Que la Cancillería le avisó a la SIDE de que el líder espiritual del Hezbollah, Mohamed Fadlallah, dijo durante un sermón que “nuestra larga mano llegó a la Argentina y puede volver a llegar a raíz del asesinato de nuestro jefe Abbas Moussaoaoui”.
u El Tribunal Oral envió un escrito a la Corte Suprema y a un juez federal para que investigara las irregularidades de una famosa foja del expediente AMIA, la 114. Allí se ordena a la SIDE intervenir los teléfonos del armador de autos truchos Carlos Telleldín, de varios iraníes sospechosos y de un ciudadano sirio-libanés llamado Alberto Kanoore Edul, a quien siempre se relacionó con el ataque. Lo llamativo es que la foja está fechada el 25 de julio de 1994 a las 10 de la mañana y en verdad el motor –que es la pieza clave que llevó a Telleldín– recién se encontró oficialmente entre los escombros a las 17 de ese día. Como es evidente, algo no cierra. O la SIDE sabía de antemano, o el motor se encontró mucho antes de lo que se dice y, sobre todo, de lo que dice el acta de hallazgo.
Siempre existió la sospecha de que la central de inteligencia conocía elementos del atentado y, además, que sembró pistas falsas. Por ello el Tribunal Oral insistió en que los agentes que trabajaron en el caso debían declarar, pero la SIDE, bajo la conducción de Miguel Angel Toma, sólo aceptó declaraciones limitadas e incluso apeló ante la Cámara de Casación un fallo del Tribunal Oral en el que se ordenaban las declaraciones. Ese litigio está todavía por definirse.
Otro de los puntos conflictivos con la SIDE ha sido el secreto guardado sobre un sumario interno que se ordenó realizar en tiempos de la administración de la Alianza. Las sucesivas gestiones de la SIDE mantuvieron firme la postura de que ese sumario debía ser secreto y también en este terreno hubo un tira y afloje con el Tribunal Oral, los familiares y los querellantes.
Ayer, el titular de la AMIA pidió que de una vez por todas se sepa la verdad sobre la actuación de la SIDE. “Parece muy claro que la SIDE estaba al tanto del atentado –dijo Kaul–. Por eso, le estamos pidiendo al presidente Kirchner que los 14 investigadores que actuaron antes y después del atentado declaren en el juicio oral, igual que los cinco directores de esa Secretaría. La AMIA también pide que desclasifiquen los sumarios internos respecto de la actuación en la primera etapa de la investigación. Confío en que el gobierno de Kirchner quiere saber qué es lo que en verdad ocurrió con los atentados”, concluyó el titular de la AMIA.