El vicegobernador de Mendoza y uno de los apoyos políticos a la candidatura presidencial de Néstor Kirchner, Juan González Gaviola, fue designado ayer titular del PAMI, en reemplazo del pediatra Horacio Pacheco. En Gobierno explicaban el nombramiento de un dirigente de alto perfil y de la confianza del Presidente como una “clara señal de cambio”, lo que, traducido, significaba que buscarían terminar con la influencia del gastronómico Luis Barrionuevo en los tejes y manejes de la obra social de los jubilados. “No se pone a gente tan cercana si no se quieren cambiar las cosas”, explicaban anoche cerca del ministro de Salud, Ginés González García, el encargado de hacer el anuncio.
González Gaviola había anunciado su apoyo a la candidatura presidencial de Kirchner en setiembre del año pasado. El currículum del nuevo titular del PAMI indica que fue vicegobernador de Mendoza por primera vez en 1987, cuando acompañó en la fórmula a su cuñado, José Octavio Bordón. Luego renunció al justicialismo en 1994 para seguir a Bordón en el partido PAIS, que más tarde pasó a formar parte del Frepaso. En 1999 integró la fórmula de la Alianza que ganó en la provincia, junto al radical Roberto Iglesias. En el 2001, González Gaviola dejó el Frepaso y fundó su propia fuerza Frente por Mendoza, con la que trabajó junto a otros apoyos de Kir- chner como, por ejemplo, el actual canciller Rafael Bielsa.
El mendocino llega al PAMI en reemplazo de Pacheco, a quien Eduardo Duhalde había nombrado en enero pasado como primer presidente del PAMI normalizado. En diciembre del 2002, por primera vez, los 3 millones de afiliados a la obra social pudieron elegir a 108 consejeros que a su vez designaron a los siete jubilados que los representarán en el directorio. Aunque apenas participó el 10 por ciento del padrón, al menos a esos siete representantes elegidos por región del país los votó alguien. En el directorio también participan dos delegados de la CGT, Domingo Petrecca y Reynaldo Hermoso, milagrosos sobrevivientes de varias gestiones que terminaron en escándalo.
Al Ejecutivo le corresponde designar los dos directores que faltan para completar once, uno de los cuales se desempeña como presidente, que en este caso será González Gaviola. El otro representante que nombró ayer el Gobierno fue José Ramón Granero, que en el año ‘90 fue gobernador de Santa Cruz y actualmente se desempeñaba al frente de la filial del PAMI en aquella provincia, antecedentes que marcan que también goza de la confianza del Presidente.
La normalización institucional de principios de año coincidió con la normalización de las prestaciones. A mediados del 2001, el PAMI prácticamente dejó de brindar servicios, situación que se prolongó –con variantes– durante un año. Recién en el 2003 la obra social comenzó a atender con cierta normalidad. No obstante, según indican los directores de los jubilados, el PAMI mantiene un déficit crónico de alrededor de 300 millones de pesos que le impide trazar planes a largo plazo.
Una de las misiones con la que llega la nueva conducción será achicar gastos, especialmente en lo que hace a la burocracia. Prácticamente desde su creación, la obra social de los jubilados y su multimillonario presupuesto se convirtieron en botín de los partidos políticos. El clímax de esa situación se produjo durante la década menemista, con varios interventores que debieron renunciar empujados por las denuncias de sobornos. Pero si bien los interventores se fueron, hay nombres que se consideran poder permanente dentro del instituto más allá de quién maneje la batuta: uno es el de Barrionuevo, otro el de su amigo, el operador radical Enrique “Coti” Nosiglia.
Una de las versiones que circulaban anoche era que González Gaviola decidiría revisar algunas de las últimas designaciones realizadas por el gobierno de Duhalde, que aparentemente nombró gerentes vinculados a Barrionuevo con muy buenos sueldos. “Como es un ente autárquico, el PAMI tiene su propia escala salarial y hay gerentes que cobran más que el Presidente de la Nación. Eso es ridículo”, explicaban ayer en Salud.