El presidente Néstor Kir-
chner sigue reclutando funcionarios de Aníbal Ibarra para que lo acompañen en su gestión: ahora llegó el turno del secretario de Hacienda porteño, Miguel Pesce, quien irá a ocupar un cargo en la Secretaría de Finanzas del Ministerio de Economía. La convocatoria surgió por iniciativa de los hombres de esa cartera en función de la habilidad que demostró en la renegociación de la deuda de la ciudad y por el modo en que mantuvo el orden fiscal en el distrito. En términos políticos, el salto de Pesce a la administración nacional se encuadra en la estrategia de Ibarra de acercamiento y colaboración con Kirchner.
En el gobierno porteño no lo confirmaron oficialmente, pero el pase de Pesce a la Nación ya está resuelto. La idea de convocar al secretario de Hacienda de la ciudad fue de los propios funcionarios de Economía, aunque el ofrecimiento no se concretó sin antes realizar las consultas políticas del caso.
La relación entre Kirchner e Ibarra se ha ido fortaleciendo con el correr de los días desde que el jefe de gobierno accedió a cederle para el Ministerio de Educación a su secretario del área y compañero de fórmula, Daniel Filmus, a cambio del apoyo del santacruceño a su reelección. Ambos hablaron más de una vez desde entonces y establecieron un canal de diálogo a través de sus respectivos jefes de Gabinete: Alberto Fernández y Raúl Fernández. El nombramiento de Pesce en Economía no pasó por alto en las conversaciones que esos funcionarios mantuvieron en los últimos días.
El destino de Pesce en Economía aún no está definido. Las posibilidades son dos: la Subsecretaría Administrativa de la Secretaría de Finanzas o el área de ese ministerio que tiene a su cargo la relación con el Banco Central. En ambos casos, Pesce dependería directamente del secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, cuya opinión fue fundamental para que lo convocaran a sumarse a la administración nacional.
La misma gestión fue la que llevó a Pesce a establecer una buena relación con Nielsen y con el propio ministro de Economía, Roberto Lavagna, y a ganarse con el tiempo la confianza de ambos funcionarios. En Economía destacan el modo en que el secretario de Hacienda porteño renegoció la deuda de la ciudad y el acuerdo que logró para que el distrito pasara a recibir un porcentaje en lugar de una suma fija en concepto de coparticipación federal. También le reconocen que el orden con que mantuvo las finanzas locales fue lo que hizo posible que no fuera necesario emitir bonos en el momento de mayor crisis económica.
Así como subrayó que el nombramiento de Filmus constituía un reconocimiento a las políticas impulsadas en la ciudad en materia de educación, estos antecedentes seguramente también serán recalcados por Ibarra llegado el momento de la confirmación pase de Pesce a Economía. Lo que explicaban anoche en la jefatura de gobierno ya daba la pauta de cuál será el discurso del ex fiscal: “Si Pesce llega al gobierno nacional es por su calidad como técnico y su especialidad como negociador de la deuda. Necesitan completar el staff con cuadros probados en sus funciones y por eso es que lo convocan”.
Para Ibarra, la salida de Pesce con rumbo a Economía le soluciona otro problema. El ex fiscal conoce a su secretario de Hacienda del Nacional Buenos Aires y siempre fue su principal sostén político. Pero Pesce es radical y si bien es de los que todavía tratan de acercar posiciones entre Ibarra y su partido, sabe igual que el ex fiscal que a esta altura llegar a un acuerdo es prácticamente imposible y que por lo tanto su futuro en el gobierno porteño no es de lo mejor.