EL PAíS
Avanzada en el PJ para desplazar al menemismo de la conducción
La Comisión de Acción Política del Partido Justicialista buscará reemplazar a la conducción del Consejo Nacional que preside Carlos Menem y cuyo mandato venció en abril. La Comisión sería dirigida por el gobernador jujeño Eduardo Fellner.
Los gobernadores del PJ más cercanos a Néstor Kirchner –que se llaman a sí mismos “los leales”– iniciaron ayer un proceso de negociación para desplazar a Carlos Menem de la conducción partidaria. El jujeño Eduardo Fellner, ex coordinador nacional de la campaña de Kirchner, se encargó de encabezar los contactos con otros mandatarios provinciales, con funcionarios del gobierno nacional –como Juan Carlos “Chueco” Mazzón– y con el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. Con estas reuniones, el sector no menemista pretende apartar al Consejo Nacional presidido por Menem, cuyo mandato estaba vencido, y dejar como única autoridad partidaria a la Comisión de Acción Política (CAP). El propio Fellner será presidente de esa comisión que funcionará en los hechos como la jefatura del PJ.
El estilo Kirchner de velocidad y premura en la gestión parece contagiar no sólo a los miembros del Gabinete. Por lo visto, motivó también a los gobernadores no menemistas que –influidos a distancia por Mazzón y el propio Kirchner– decidieron acelerar sus movimientos y avanzaron sobre el menemismo para alejarlo de los espacios de poder del PJ. La avanzada se concretó ayer, apenas dos días después de que Carlos Menem regresara de Chile con pretensiones de agrupar a su tropa, y también de llegar a la presidencia del peronismo, uno de sus deseos confesados en público.
Pero kirchneristas y duhaldistas no quieren la confrontación total, por lo que reservaron un espacio para la negociación con los menemistas. El jujeño Fellner, que ayer se encontraba en Buenos Aires, se comunicó por teléfono con sus colegas de La Pampa, Rubén Marín; La Rioja, Angel Maza; y Salta, Juan Carlos Romero. Con ellos analizó la posibilidad de poner a la CAP al frente del partido, para lo cual los miembros del Consejo Nacional del PJ –que preside Menem– deberían resignar su lugar como jefatura partidaria. El Consejo tiene el mandato vencido, y la CAP fue creada en el congreso partidario de noviembre de 2001, en Lanús, aunque entró muy poco en funciones.
Sin embargo, la misma comisión fue utilizada un año después, en 2002, como recurso para convocar a los congresos del PJ que, a instancias de Duhalde, terminaron suspendiendo la interna. La situación había quedado pendiente, con dos polos de poder dentro del partido: el Consejo y los congresos y la CAP. Ahora, luego de la derrota electoral de Menem, el objetivo del bloque no menemista es actualizar la correlación de fuerzas corriendo al riojano de los espacios de poder. “Queremos que las autoridades del actual Consejo Nacional Justicialista, cuyos mandatos están vencidos, realicen un traspaso del poder a los gobernadores”, argumentaban entre los mandatarios que se autodefinen como “leales”.
La avanzada de sus adversarios no cayó muy bien entre los menemistas, que salieron a desmentir que existieran contactos entre gobernadores para desplazar a Menem de la conducción partidaria. También sembraron dudas sobre la legitimidad de la CAP para presidir el PJ. “No tengo conocimiento de que se esté realizando una actividad de esa naturaleza. Yo por lo pronto lo descartaría. Lo de esa comisión es una idea que nunca entró en vigencia y tampoco sé si tiene fundamento legal”, aseguró el senador Eduardo Menem, que ofició como vocero de los intereses de su hermano.
Anoche, la negociación seguía pendiente y sin resolución definitiva. Lo que estaba claro era que Fellner presidiría la CAP si la movida de los no menemistas tenía éxito. En su condición de centro de la estrategia kirchnerista-duhaldista, el jujeño convocó por teléfono a varios de sus colegas –como el vicegobernador de Tierra del Fuego Daniel Gallo, el vice de Corrientes Ricardo Galentini, y el gobernador de Misiones Carlos Rovira– para que se presentaran en Buenos Aires hoy a mediodía. Con ellos al lado, Fellner y Mazzón redoblarán la apuesta contra los menemistas, a quienes ofrecerán algunos cargos a cambio de la remoción de Menem.