EL PAíS
› INTENTOS PARA UNIFICAR EL BLOQUE DE DIPUTADOS
Menemistas con ganas de volver
› Por Felipe Yapur
Los menemistas de la Cámara de Diputados quieren volver al bloque. Pero ese regreso no será con la cabeza gacha. Ya anunciaron que para la vuelta exigen una de las vicepresidencias de la bancada. Los hombres que conducen el bloque le respondieron que su sector ya tenía un vicepresidente y nombraron al pampeano Manuel Baladrón. “El no nos representa”, fue la tajante respuesta que recibieron.
Una vez que se resolvió el intríngulis institucional que resultó la elección del presidente Néstor Kirchner, el bloque retornó al viejo funcionamiento de la bancada en manos de un solo presidente. Este cargo recayó en el bonaerense y duhaldista José María Díaz Bancalari. El primer trabajo que le encomendó Kirchner fue unificar el bloque, y es por eso que éste se concentró en el retorno de los menemistas, que el año pasado habían conformado su bancada propia, la Azul y Blanco.
La semana pasada, Díaz Bancalari mantuvo reuniones con uno de los representantes de este sector, el riojano Ricardo Quintela. Este legislador, que se podría definir como el más componedor de los ultramenemistas, consideró que se hacía necesario ese regreso. Claro, el retorno no podía ser así como así. Sobre todo después de los duros conceptos que les prodigó Kirchner a poco de asumir.
El lunes, Quintela le dijo a Díaz Bancalari que antes de volver al redil se debía cumplir al menos una condición. Le pidió una de las vicepresidencias del bloque. Pedido similar le realizó el cordobés Oscar González, quien funge de presidente del Azul y Blanco. Díaz Bancalari les respondió de la misma forma: “Ya lo tienen a Baladrón”. Tanto Quintela como González reaccionaron igual al sostener que el pampeano no los representa, “en todo caso representa a (gobernador Rubén) Marín”. Algo similar dijeron con respecto al salteño Juan Urtubey. Los menemistas consideran que el hecho de que ambos legisladores hayan permanecido en la bancada oficialista cuando se decidió la ruptura los habilita para mantener el mote de menemistas.
De todas formas, las negociaciones que lleva adelante Díaz Bancalari todavía deben superar otros obstáculos. El primer problema es que el Grupo Talcahuano, que reúne a una decena de diputados identificados con el kirchnerismo, reclamó tras la victoria del patagónico reducir la influencia de que gozó el menemismo durante los años de presidencia que ejerció el cordobés Humberto Roggero.
Subidos al tren del nuevo oficialismo, los integrantes del Grupo Talcahuano también presentaron su lista de requisitos a Díaz Bancalari: pidieron un cargo para los diputados de Santa Cruz y otro para el grupo. En definitiva, dos planteos opuestos que deberá resolver la nueva conducción.