Desde Santiago

Los cancilleres mantuvieron ayer un largo encuentro en Santiago.

El sol cae en picada sobre el Aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez de esta capital. Hace casi treinta grados, pero el viento que hace flamear una treintena de banderas de países americanos y europeos alivia el calor de los empleados que, como hormigas, fatigan los pasillos de la terminal para que esté todo listo para recibir la llegada de la siguiente delegación. La primera cumbre entre la Comunidad de Estados de América latina y el Caribe (Celac) y la Unión Europea (UE), que se celebra este fin de semana, generó un alboroto poco común aun para una ciudad que sabe de alborotos. Cápsulas de automóviles blindados y coches de carabineros recorren las modernas avenidas y los largos túneles santiaguinos y en el centro la agitación cotidiana convive con las extraordinarias medidas de seguridad tomadas para la ocasión.

Las certezas en este tipo de cumbres suelen ser pocas: muchas partes en juego, cada cual defendiendo sus intereses. Dentro de cada uno de los bloques pugnan distintas posiciones. Y, en este caso, la incertidumbre se redobla. Por un lado es el primer encuentro entre la novísima Celac, que ha cumplido recientemente un año de vida, y la Unión Europea, que llega a Santiago en medio de una crisis económica y política sin precedentes. La reunión celebrada ayer entre cancilleres dejó, al menos, algunas pautas sobre el temario central: según aseguró el canciller anfitrión, Alfredo Moreno, el eje de la cumbre va a girar en torno de los mecanismos para agilizar la inversión para promover el “desarrollo con igualdad”.

Islas y bilaterales

La agenda de la presidenta Cristina Kirchner se mantuvo, hasta ayer a última hora, en reserva: aunque no hubo confirmaciones oficiales, se prevé que la mandataria salga del sector militar de Aeroparque alrededor de las 10 para llegar al mediodía a la capital chilena. Tampoco confirmaban la posibilidad de que se lleve a cabo una serie de reuniones bilaterales con otros mandatarios, entre los que se menciona a la alemana Angela Merkel, el mexicano Enrique Peña Nieto, el local Sebastián Piñera y la brasileña Dilma Rousseff, cuya planeada visita al Calafate se pospuso por cuestiones de agenda hasta principios de marzo, pero eso no impediría una reunión a solas con la jefa de Estado argentina en Santiago.

El temario que llevará CFK a la cumbre hace eje en dos temas: por un lado, como es costumbre cada vez que participa de un foro internacional, planteará la necesidad de abrir un canal de diálogo con Gran Bretaña por las islas Malvinas. La posición argentina sumó ayer el respaldo de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (ver recuadro). De todas formas, no hay posibilidades de que el documento final de la cumbre tenga un artículo que respalde el reclamo de soberanía, dada la mayoritaria solidaridad europea con el Reino Unido.

El otro tema fuerte que planteará hoy a sus pares Cristina Kirchner tiene que ver con la dilatada batalla que está presentando la Argentina contra los fondos especulativos de inversión, que tendrá un punto cúlmine el mes que viene en los Tribunales de Nueva York. Desde Europa, donde la situación financiera de los eslabones más débiles del bloque, Grecia, Portugal y España, continúa siendo delicada, siguen con interés el desarrollo del tema: un fallo adverso en NY sería letal para cualquier otra posibilidad de renegociación de una deuda soberana.

Apuntar alto

Sesenta y un países –33 americanos (todos menos Estados Unidos y Canadá) y 28 europeos– estarán representados en la cumbre que se desarrollará el fin de semana, la primera de este tipo en la historia. Bajo el lema “Apuntando Alto”, el canciller local Moreno recibió ayer a sus pares en la sesión preparatoria de lo que serán dos días de intenso trajín en las afueras de Santiago. La Argentina estuvo representada en la larga sesión por el vicecanciller Eduardo Zuaín y el embajador en Chile Ginés González García. Entre los múltiples temas de discusión, los asuntos de índole comercial serán los que prevalezcan: aflojar las trabas de la UE a los productos primarios que produce América latina es uno de los principales objetivos de la Celac. Para la UE, el interés está puesto en buscar nuevos mercados que suplan el achicamiento del consumo interno de ese continente tras cuatro años de crisis económica. La búsqueda de asociaciones estratégicas hacia el interior de los dos grandes bloques, asoman en el horizonte como la forma que tomará la novedosa relación entre ambos continentes.