El sciolismo salió ayer a responder las críticas del vicepresidente Amado Boudou, quien había calificado como un “acto de cobardía política” la carta que envió el gobernador bonaerense al titular de la Cámara de Diputados en reclamo de mayor coparticipación. La ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez, sostuvo que sancionar una nueva Ley de Coparticipación sería “dar un paso adelante en la construcción del federalismo económico”, aunque rescató la ayuda que le ha dado el gobierno nacional a la provincia. Mientras desde el kirchnerismo propusieron “bajar los decibeles” de la polémica, el diputado provincial Guido Lorenzino juzgó como “desproporcionada” la “agresión” de Boudou al gobernador y aseguró que una modificación “va a redundar en un beneficio para todos”. “Amado debe estar arrepentido porque utilizó una palabra muy dura que no pega ni en lo personal ni en la actitud política del gobernador”, sostuvo Lorenzino. En el mismo sentido se expresó el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, quien reveló que el gobierno bonaerense no “pelea con otros dirigentes” sino “con los problemas”. “De nuestra parte, todos saben que vamos a perseverar en el camino de la propuesta, no van a encontrar una actitud para avivar conflictos”, expresó Marangoni, estrecho colaborador del gobernador. En ese contexto, el diputado bonaerense Fernando “Chino” Navarro trató de calmar los ánimos y señaló que el dinero que recibe la provincia por la coparticipación “es muy superior a lo que debería tocarle”. Desde la oposición también opinó el diputado Francisco de Narváez, quien respaldó el pedido de Scioli y recordó el intento de Néstor Kirchner de realizar una nueva Ley de Coparticipación en 2008.