Mauricio Macri rechazó la propuesta de dirimir con el peronismo disidente las candidaturas bonaerenses en las primarias de agosto, que el propio Francisco de Narváez le llevó ayer hasta su despacho en la Jefatura de Gobierno porteño. Luego de toda una tarde de deliberaciones, el PRO afirmó que le hará hoy una contrapropuesta al Colorado, apenas horas antes del vencimiento del plazo para inscribir alianzas electorales. Más preocupados por el territorio propio, desde el macrismo volvieron a sondear a Roberto Lavagna para intentar pactar un acuerdo que sume al ex ministro de Economía como candidato a senador en una boleta común para la Ciudad. Con encuestas en la mano, en el macrismo insisten que marchan primero en la intención de votos de los porteños, aunque reconocen que el crecimiento de otras fuerzas opositoras le dividen el voto anti K.

La visita que ayer al mediodía De Narváez realizó a Bolívar 1 fue una de las últimas cartas que el empresario peronista se jugó en busca de una alianza con el macrismo en la provincia de Buenos Aires, que hasta hace poco él mismo había desechado en medio de negociaciones que nunca lograron avanzar. “Vine a pedirle a Macri que PRO participe en el frente más amplio y coherente posible”, sostuvo De Narváez al término del encuentro con el jefe de Gobierno, de donde se llevó como única respuesta el compromiso de analizar la propuesta.

La “propuesta concreta” que De Narváez le llevó a Macri no fue la más generosa para las aspiraciones del macrismo bonaerense: “Que el PRO participe en las internas abiertas, en las PASO, y así conformar con la decisión de la gente la mejor alternativa para derrotar al Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires”, contó el Colorado y lanzó una advertencia pública donde deslindó responsabilidades: “Los tiempos se agotan y ante la falta de certezas tenemos que dar certidumbre”.

En el medio hubo reproches mutuos. El intendente de Vicente López y primo del alcalde porteño, Jorge Macri, afirmó ayer que “el problema es que él (De Narváez) no acepta que los demás espacios políticos tengan apoderados”, una situación que trabó las negociaciones que el propio De Narváez encabezó el viernes pasado con la troika de intendentes que representan al macrismo: el propio Macri, el radical Gustavo Posse (San Isidro) y el peronista anti K Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas).

Desde Unión Celeste y Blanco replican que el problema es otro: “Ellos (por el PRO) quieren no sólo tres apoderados propios, sino que quieren cinco diputados nacionales en la lista a pesar de renovar sólo tres por la provincia y once legisladores provinciales”. Los de De Narváez renuevan las cinco bancas que conquistaron tras el triunfo electoral bonaerense de 2009, incluida la de su jefe político.

El principal obstáculo para el requerimiento del PRO de obtener más lugares propios en los casilleros más expectantes de una posible boleta común es que De Narváez ya acordó un frente electoral en la provincia con La Juan Domingo –la agrupación peronista que apoya a Daniel Scioli para 2015–, el gobernador cordobés José Manuel de la Sota y el pope cegetista opositor Hugo Moyano. Ese acuerdo complica el reparto de lugares. Incluso, De la Sota intentó acercar a las partes y el lunes llamó por teléfono a Macri para hacerle la misma propuesta: la de ir a internas en la provincia de Buenos Aires y en Córdoba. El cordobés tampoco obtuvo una respuesta positiva.

El PRO se comprometió a analizar la propuesta. “La voluntad nuestra siempre es de acuerdo”, destacó el ministro de Gobierno porteño y uno de los operadores del PRO, Emilio Monzó, que participó a lo largo de la tarde de las deliberaciones con Macri y sus principales asesores, incluido el consultor ecuatoriano Jaime Duran Barba. Tras idas y vueltas, resolvieron rechazar la propuesta de De Narváez de dirimir candidaturas en las PASO y realizarle una contrapropuesta que le harán llegar hoy, en el último día de plazo para inscribir alianzas electorales. “Ir a primarias en la provincia está casi descartado, aunque ellos no lo plantearon como una condición inevitable. Hay que ponerse de acuerdo”, señaló uno de los operadores PRO. Los contactos de ayer a última hora incluyeron a Lavagna, en busca de arribar a un acuerdo con el PJ anti K también en la ciudad de Buenos Aires.