El ministro de Defensa, Agustín Rossi, explicó ayer los motivos del recambio en la cúpula militar anunciado hace dos días: “Se trata de un cambio absolutamente decidido por la Presidenta, acompañando el nuevo perfil que le está dando al ministerio”, describió el funcionario lo que fue su primera medida fuerte desde que asumió al frente de esa cartera, el mes pasado. “En una estructura piramidal, rígida como la de las Fuerzas Armadas, la renovación de sus cuadros dirigenciales es una cuestión indispensable”, remarcó en diálogo con Página/12 Rossi, quien destacó además que “es un hecho singular” porque “es la primera vez en diez años de gestión que se toma una decisión de estas características”.

Además, resaltó de forma “particular” la labor del saliente jefe de Estado Mayor Conjunto, el brigadier general Jorge Chevalier, quien desempeñó ese cargo durante una década, y defendió la designación al frente del Ejército del general de división César Milani, cuestionado por la oposición por supuestas vinculaciones con el Operativo Independencia durante el proceso y por actividad carapintada durante el gobierno de Raúl Alfonsín: el tema “fue debatido en el último ascenso” de ese oficial superior, que obtuvo “el acuerdo necesario del Senado”, recordó el ministro.

Ayer por la mañana salieron publicados en el Boletín Oficial los decretos con la firma de Cristina Fernández de Kirchner y de Rossi, donde se oficializaban los cambios en la cúpula de las Fuerzas Armadas que había anunciado horas antes el ministro de Defensa. El decreto 831 dispuso el cese de funciones como jefe del Estado Mayor Conjunto a Chevalier y la designación, en su lugar, del general de brigada Luis María Carena. A través del decreto 832 se puso al frente del Ejército a Milani en lugar del teniente general Luis Alberto Pozzi.

Por su parte, el decreto 833 formalizó el nombramiento del contraalmirante Gastón Erice en reemplazo de quien era superior, el almirante Daniel Martín, en la Armada. Y en la Fuerza Aérea, en tanto, según el decreto 844, el brigadier Normando Costantino fue reemplazado por el brigadier mayor Mario Miguel Callejo. Además, en otros cuatro decretos numerados 835, 836, 837 y 838, se dan a conocer nombramientos de oficiales superiores para la cobertura de cargos en la conducción del Estado Mayor Conjunto, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, respectivamente.

La Presidenta “consideró que en este momento ésta era la oportunidad” para hacer un recambio en la cúpula de las Fuerzas Armadas, manifestó Rossi. “En una estructura piramidal, rígida como la de las Fuerzas Armadas, la renovación de sus cuadros dirigenciales es una cuestión indispensable”, ya que cuando una jefatura “se consolida en un lugar durante mucho tiempo, a veces eso genera alguna cuestión de desaliento hacia adentro de la fuerza” porque “gran parte de la carrera militar está asentada en la posibilidad de ir ascendiendo en los peldaños”, señaló el ministro.

El cambio, además, apunta a avanzar con el cambio de perfil que se busca imprimir a la cartera desde que el ex jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados tomó el puesto. En esa ocasión se había anunciado la creación de dos nuevas secretarías orientadas al desarrollo tecnológico y a la respuesta ante situaciones de desastre natural. Esto no implica una desvaloración del trabajo realizado por las autoridades salientes, quienes fueron reconocidas por el funcionario en el comunicado que informaba los cambios. En el ministerio, además, destacan que la renovación de las cúpulas “se ha hecho con total tranquilidad y sin ninguna zozobra”, lo que habla “de Fuerzas Armadas distintas y de un poder político también distinto al de hace unos años”.

Una vez conocida la noticia, la oposición criticó la designación como número uno del ejército de Milani, un general de Inteligencia que había sido acusado de relaciones con el terrorismo de Estado y también con el levantamiento carapintada. “Ese debate se dio en el Senado en su anterior ascenso y está saldado. Milani viene siendo segundo de la fuerza hace bastante tiempo, tiene una foja de servicio y un legajo personal importante”, señaló Rossi.

“Desde nuestra gestión en adelante se ha creado una Dirección General de Derechos Humanos en el ámbito del Ministerio de Defensa, que evalúa todas las propuestas de ascensos. La Secretaría de Derechos Humanos hace lo propio antes de que el Poder Ejecutivo mande ningún pliego al Senado. Así que estoy totalmente tranquilo”, concluyó el ministro.