Mar 16.07.2013

EL PAíS  › DESMIENTEN QUE HAYA ACTUADO COMO REPRESOR EL NUEVO JEFE DEL EJéRCITO, CéSAR MILANI

Un general con perfil poco tradicional

El diario La Nación y otros medios opositores hicieron circular una versión sobre la supuesta participación de Milani en la represión o en levantamientos carapintadas. El CELS reiteró que no hay antecedentes ni pruebas.

Los allegados al jefe del Ejército, César Milani, hicieron saber ayer que el militar nunca hizo una detención en La Rioja, que nunca entró a un centro clandestino, que la Justicia tucumana archivó la denuncia sobre él y lo desvinculó de la de-saparición del soldado Alberto Ledo porque por ese entonces Milani –de 22 años– no tenía nada que ver con Inteligencia del Ejército, sino que como parte del arma de Ingenieros estuvo brevemente en esa provincia en la construcción de viviendas. Es más, que la madre de Ledo acusó a otro militar, el capitán Alberto Sanguinetti, y no mencionó a Milani en su denuncia. Los allegados a Milani remarcan que éste se incorporó a Inteligencia prácticamente en democracia, el 1º de diciembre de 1983. Por otra parte, la familia del militar sostuvo que el Alfa Romeo que se menciona no es de su propiedad, sino de la de su hijo, que tiene el mismo nombre, algo que se puede verificar fácilmente por el número de documento; que los dólares están declarados en la Oficina Anticorrupción y fueron producto de su sueldo como agregado militar en Perú y que las cifras de sus propiedades están acreditadas por las escrituras.

Ante la denuncia del programa Periodismo para Todos, el CELS emitió ayer un nuevo comunicado, reiterando lo ya informado el 1º de julio pasado y en las semanas posteriores ante varias publicaciones del diario La Nación, que cuestionó la designación de Milani hasta en editoriales. Los ascensos del ahora jefe del Ejército fueron motivo de obsesión de todas las agrupaciones de represores y ya en 2011, uno de los sitios más emblemáticos de los ex servicios de inteligencia hacía alusión a la casa de Milani en San Isidro.

El CELS hizo referencia a los dos cuestionamientos sobre los que había elaborado informes.

n Sobre la supuesta participación de Milani en alzamientos carapintadas, el Centro de Estudios Legales y Sociales señaló que, tras estudiar el listado completo de los militares participantes, recogido por la Corte Suprema, Milani no figura en esa nómina. En el Ministerio de Defensa dicen que, además, hay una imagen de televisión del levantamiento de Campo de Mayo en el que Milani aparece claramente en el bando que se enfrenta a los carapintadas.

n Respecto de su participación en el Operativo Independencia, el CELS señala que “no consta en nuestro centro ninguna prueba o referencia”. El CELS aclara que sus fuentes son las víctimas del terrorismo de Estado, sus familiares y organismos de derechos humanos, y el litigio de las causas tramitadas en tribunales nacionales e internacionales.

En Tucumán, el fiscal Pablo Camuña dictaminó que “del legajo no consta, como surge de la denuncia de los legisladores Gerardo Morales y José Cano, que el mismo (Milani) haya desempeñado funciones de inteligencia. Que tales extremos, unidos a la prolija y exhaustiva búsqueda efectuada en todas las denuncias obrantes en esta Unidad Fiscal, no arroja resultados ni respecto de Milani ni respecto de la presencia de su unidad militar en el terreno y en hechos delictivos”. Milani estuvo en Tucumán sólo tres veces: entre el 20 de mayo y el 17 de julio de 1976; entre el 16 de diciembre y el 11 de enero de 1977 y tres días más en febrero del mismo año. Los términos de Camuña, en el sentido de que “no hay elementos para sostener una hipótesis acusatoria seria”, fueron aceptados por el juez Daniel Bejas. Morales y Cano pusieron el grito en el cielo argumentando que Camuña revista en La Cámpora, pero el magistrado le dio la razón al fiscal. De todas maneras, el archivo de una causa no significa el cierre, por lo cual, ante nuevas pruebas, puede activarse el expediente. La madre del desaparecido soldado Alberto Agapito Ledo denunció en su momento la desaparición de su hijo, pero ni mencionó a Milani. Dijo que Ledo había salido con el capitán Alberto Sanguinetti y no volvió más.

Respecto de La Rioja, en que Milani aparecería imputado por sacar a un detenido de un centro clandestino, llevarlo ante el juez y presionarlo diciendo que era del ERP, el propio denunciante, Ramón Olivera, confirmó ayer los dichos que figuran en la publicación de la Comisión Provincial de la Memoria en 1984. Según Olivera, los tribunales cajonearon aquella denuncia, pero ni los allegados a Milani ni en el Ministerio de Defensa ni en el CELS conocen de la existencia de causa judicial alguna. Es más, el caso no figura en el Nunca Más nacional. El CELS seguramente ahondará en la cuestión, que nunca le fue planteada, en tanto que ex detenidos consultados por este diario también dijeron desconocer lo vivido por Olivera. Milani, por su parte, reitera que a los 22 años en el arma de Ingenieros, nunca participó de una detención y nunca estuvo en un ningún centro clandestino.

Milani proviene de una familia peronista y su padre, militar y constructor, fue intendente de Cosquín. Un perfil poco tradicional en los altos mandos de la fuerza.

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