EL PAíS › SE OTORGO LA EXIMICION DE PRISION AL EX SECRETARIO DE TRANSPORTE
La Cámara señaló que los argumentos de Bonadío para dictar la prisión preventiva fueron arbitrarios. Dijo que recientemente lo procesó en la causa de Once, no mandó detenerlo y no demostró que las circunstancias hubieran cambiado.
Ricardo Jaime consiguió la exención de prisión en la Justicia federal porteña, pero sigue en pie el pedido de detención en Córdoba. La sala de feria de la Cámara Federal de Capital benefició ayer al ex secretario de Transporte con un fallo en el que calificó de “arbitrarias” las razones del juez Claudio Bonadío para haber ordenado el viernes pasado su detención en una causa por administración fraudulenta en la entrega de fondos públicos al ferrocarril Belgrano Cargas. “Por supuesto está en la República Argentina. Decir que estaba intentando escaparse a Brasil es ridículo”, sostuvo Andrés Marutian, defensor de Jaime, sobre el paradero del ex funcionario kirchnerista.
La exención de prisión a favor de Jaime fue dictada por los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, quienes criticaron duramente a Bonadío. Los jueces señalaron que aplicó “una inapropiada, cuando no arcaica, interpretación del derecho” y que las razones para rechazar la exención de prisión “resultan incapaces de otorgar serio fundamento a la restricción de derechos que supone su decisión”. Freiler y Ballestero sostuvieron que “ausente o inescrutable, la falta de motivos valederos para cercenar la libertad de una persona torna en injustificada, gratuita y, por tanto, en arbitraria la decisión”.
La semana pasada, Bonadío procesó con prisión preventiva a Jaime por presunta defraudación de dos millones y medio de pesos en una concesión del ferrocarril Belgrano Cargas para la rehabilitación del corredor ferroviario Tucumán-Concepción y ordenó su detención por considerar que podía fugarse o entorpecer la investigación. El juez tuvo en cuenta el cúmulo de causas judiciales contra Jaime, más de veinte dijo, y que tiene cuatro expedientes elevados a juicio oral, cuyas eventuales condenas no serían de ejecución condicional, además de sus “vínculos con altos funcionarios del Estado al haber formado parte del gobierno actual” que “podrían entorpecer el accionar judicial y en consecuencia el descubrimiento de la verdad”.
Los camaristas de la sala de feria criticaron que “la primicia, en todo caso, debió estar en la descripción de qué nueva situación se había advertido que condujera a presagiar la adopción, por parte del imputado, de una conducta concreta que, dadas esas relaciones, hoy pusiera en peligro el destino de la causa”. En cuanto a las numerosas causas que lo tienen como imputado, la Cámara consideró que Bonadío “omitió precisar cómo esta nueva situación puede incidir de un modo concreto” y agregaron que la cantidad de veinte causas fue citada “como si una aséptica cifra pudiese dar cuenta por sí sola de una futura conducta”.
El fallo de la sala de feria ironizó sobre el “esmerado trabajo de búsqueda y recopilación de precedentes jurisprudenciales que brindó sustento a la decisión del juez de grado”, pero afirmó que eso lo “llevó a extraviarse en temperamentos propios de otros tiempos y de otros estrados, muy distintos a los que constituyen la doctrina sentada en los últimos años por este tribunal”. Para los camaristas “tampoco se logra apreciar cuál ha sido el razonamiento capaz de deducir, a partir de determinados datos, un pronóstico tan extremo que lleve al magistrado a pretender conjurarlo mediante el encierro cautelar del imputado”. Y, sin nombrarla, hicieron referencia a la tragedia ferroviaria de Once, causa en la que Bonadío procesó y envió a juicio a Jaime. “El mismo magistrado hace tan sólo escasos meses dictó idéntico auto de mérito respecto de Jaime, por sucesos que en su esencia son en extremo mucho más graves que los investigados en esta causa, aunque sin estimar necesaria la imposición de su prisión preventiva, otros motivos debieron manifestarse para que su resolución esta vez sí fuera cortejada por semejante privación de derechos”.
Sin embargo, no terminan con este fallo los problemas de Jaime con la Justicia. El pedido de la Justicia federal de Córdoba incluye la captura internacional del ex funcionario para garantizar su presencia en un juicio en su contra que debe comenzar a fin de mes por tentativa de sustracción de prueba. Por eso ayer, al quedar sin efecto la orden de detención dictada por Bonadío, el fiscal federal de Córdoba Maximiliano Hairabedian aclaró que su pedido de prisión contra Jaime sigue “vigente” y enfatizó que “si se presenta, se lo mete preso”. En tanto, el abogado de Jaime en esa provincia, Marcelo Brito, adelantó que apelará la orden de captura internacional vía Interpol dispuesta el miércoles por el Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba, por lo que consideró que esa medida “no va a quedar firme”.
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