EL PAíS › LA VOTACION DE MARTIN LOUSTEAU ALTERO LA INTERNA DE LOS RADICALES
Con 12,77 por ciento, el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner superó largamente al jefe de bancada Gil Lavedra y quedó cinco puntos abajo de Carrió. Un resultado inesperado que cambió los cálculos y comparaciones.
› Por Sebastian Abrevaya
Después de más de diez años sin conseguir una figura competitiva para disputar la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la UCR porteña recibió con entusiasmo el resultado electoral del domingo pasado. En apenas cinco semanas de campaña, el economista Martín Lousteau, compañero de boleta de Rodolfo Terragno, obtuvo el 12,77 por ciento de los votos en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias –apenas cinco puntos menos que su competidora interna Elisa Carrió– y relegó a un lejano tercer puesto al diputado nacional Ricardo Gil Lavedra, presidente de la bancada radical. Con el respaldo de la agrupación Cantera Popular y vínculos con la vieja guardia de la UCR, Lousteau se convirtió en la esperanza blanca del partido, que supo ser la fuerza política más importante de la Capital y que en la última elección a jefe de Gobierno quedó quinta con el dos por ciento de los votos.
“Es como la leche. Buena, blanca, noble, ideal para los chicos, la podés tomar siempre, tiene 43 años y parece de 35”, lo describió con un toque de ironía un hombre de la UCR porteña que conoce los entretelones del mundillo partidario. El ex ministro de Economía de Néstor Kirchner, redactor de la Resolución 125, terminó convirtiéndose el domingo en una sorpresa para los propios dirigentes del frente Unen, que hace unos meses estaban convencidos de que las PASO serían una disputa entre la lista Coalición Sur de Carrió y Solanas, y la lista Juntos de Alfonso Prat-Gay y Gil Lavedra.
Pero después de coquetear con el macrismo para acompañar a Gabriela Michetti, Lousteau llegó a un acuerdo con la cúpula de la UCR porteña y le dio volumen y aire joven a la lista que llevaba a Terragno como senador. Terragno tenía pensado para aquel lugar a Raúl Gámez hasta que el titular del Comité Capital, referente de la Cantera Popular y hombre fuerte de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Emiliano Yaccobitti, lo fue a buscar a Lousteau. Pero además de su relación con Terragno y con Yaccobitti, el ex ministro tiene otros vínculos con dirigentes de la vieja guardia del partido. Luego de su salida del gobierno, el ex ministro de Economía encontró resguardo en la Fundación País por Venir, que preside Daniel Larriqueta, y el ex jefe de Gabinete de la Alianza, Christian Colombo. Pero sus contactos no se agotan en el radicalismo. Como ex ministro de Felipe Solá y ex asesor de la presidencia del Banco Central, “cuando arrancó tenía 6 puntos de intención de voto, en cinco semanas casi llega al 13. Carrió lleva 20 años y sacó el 17. Si nos daban un mes más le ganábamos”, se confía un hombre que participó de la campaña. Hasta su aparición, los cálculos más optimistas no preveían más de 100 mil votos para los candidatos radicales, muy lejos de los 241 que sacó el economista y más parecido a los 86 mil de Gil Lavedra.
“Fueron los protagonistas de esta elección. Ahora encontraron un mascarón de proa y su lugar en el mundo”, disparan desde un sector opuesto a la Cantera en la UCR porteña. De ratificarse este resultado en octubre, el sector que surgió como una agrupación juvenil del radicalismo porteño terminó por desplazar al alfonsinismo y un sector encolumnado detrás de Gil Lavedra y consolidarse al frente del partido. Además de Yaccobitti, en este sector milita Juan Nosiglia, hijo de Enrique “Coti” Nosiglia y número puesto para la lista de legisladores porteños, Lucio Lapeña, presidente de la Juventud Radical nacional, y Hernán Rossi, presidente del Instituto Moisés Lebensohn, entre otros.
Más allá de la cuestión interna, la figura de Lousteau logró opacar la elección de Prat-Gay, que soñaba utilizar la candidatura a senador como trampolín para disputar él la jefatura de Gobierno en 2015. “Un senador para gobernar”, rezaban los afiches del ex titular del Banco Central, que llegó al 7,57 por ciento de los votos. El ex niño mimado de Elisa Carrió se peleó con la chaqueña luego del 1,8 por ciento de las presidenciales 2011 y armó su propia construcción con Gil Lavedra, Victoria Donda (Libres del Sur) y un sector minoritario de la Coalición Cívica. Ahora que quedó afuera del Congreso, le costará posicionarse en la pelea luego de los próximos dos años en el llano. De todas maneras, podría presentarse para dar la batalla dentro del frente Unen, si es que el frente continúa vivo en la próxima elección. “Lous-teau es carismático, descontracturado y buen orador”, enumeran en el radicalismo, comparándolo con Prat-Gay. Pero además, el ex ministro tiene un alto nivel de conocimiento y un costado “celebrity” por su relación de pareja con la actriz Carla Peterson, con quien tiene un hijo.
Más allá del entusiasmo, los radicales también advierten que todavía faltan dos años y que la política es impredecible. Sin embargo, y por primera vez en años, tienen la esperanza de volver a ser gobierno.
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