Por Pablo Feldman
Desde Santa Fe

El cierre de listas para las elecciones del 7 de setiembre en Santa Fe fue tan caótico que el propio Carlos Reutemann se atrevió a propiciar la derogación de la Ley de Lemas que en 1991 lo llevó por primera vez a la Casa Gris y que ahora, doce años después, amenaza con hacerlo salir por la puerta trasera, como lo hizo en los días posteriores a la inundación que comenzó el 27 de abril, el mismo día de las elecciones nacionales. Pero antes de irse, el Lole dejará otro legado; si alguna vez Rosario fue “la capital del peronismo”, la conformación de la lista de legisladores nacionales –de puño y letra del corredor– puede transformar a Santa Fe en la “capital del menemismo”. Cuatro de los cinco primeros lugares son ocupados por menemistas. Además, el Lole será Senador.
Por primera vez desde la recuperación de la democracia se harán elecciones simultáneas en Santa Fe. Batiendo todos los records conocidos, dos millones de ciudadanos se encontrarán en el cuarto oscuro con una faja de casi un metro de largo que contendrá pegadas 7 boletas. De izquierda a derecha: Senador nacional/Diputados nacionales/Gobernador/Senador provincial/Diputados provinciales/Intendente/Concejales. A eso se agrega que no habrá una boleta por partido sino varias; en el caso del PJ –por ejemplo–, 5 boletas para Gobernador, 18 boletas diferentes para Intendente en Rosario, nombres que aparecen en dos o tres candidaturas, siglas ininteligibles, y un festival de candidaturas que aún no se puede precisar en números porque no se terminaron de registrar. En cualquier caso se habla de varios miles, casi tantos como habitantes tiene la ciudad de Villa Constitución (40.000).
Juntamente con el cierre para la elección provincial, Reutemann –que participó activamente del armado de todas las listas del PJ con excepción de la de Jorge Obeid– se dedicó a confeccionar la nómina de diputados nacionales que encabezará Oscar Lamberto, que si bien fue Secretario de Hacienda en los difíciles primeros meses del interinato de Eduardo Duhalde también fue, en la década menemista, el hombre que presidió la Comisión de Presupuesto en el Congreso de la Nación. En el segundo lugar aparece Gustavo Marconatto, un joven dirigente que se enroló en el kirchnerismo apenas el patagónico anunció que sería candidato. De allí en más aparecen María del Carmen Alarcón –una de las pocas diputadas nacionales que defendió a Julio Nazareno–, Pedro González, intendente de Villa Gobernador Gálvez, y Jorge Giorgetti, principal operador menemista en Santa Fe. Ellos tres trabajaron activamente para la candidatura de Carlos Menem, cuando el Lole se manifestó por “la tercera prescindencia”. En el sexto lugar de esa lista aparece Paulina Fiol, esposa del ex intendente de Rosario, Héctor Cavallero, quien fue candidato del menemismo en 1995 y ahora encabeza un sublema del PJ.
“No se engañe, no son menemistas, son peronistas”, respondió ayer Reutemann a un periodista que identificó a sus candidatos con las huestes del riojano prófugo. Lamberto también salió a negar esa identificación, sin convencer a nadie.
El que quedó fuera de ese esquema fue Jorge Obeid, que resistió las operaciones cruzadas entre Reutemann y el enviado desde la Casa Rosada, Juan Carlos “el Chueco” Mazzón, que le pedía “abrí tus listas de diputados porque el Lole si no se baja de Senador”. La respuesta del diputado que en abril militó para la candidatura de Kirchner fue tajante: “que se baje si quiere”. La decisión de Obeid le costó el quinto lugar en la lista de diputados al intendente de Rafaela, Ricardo Peirone, que fue reemplazado por otro dirigente de la “Perla del oeste”, Jorge Giorgetti, un reconocido operador menemista en el lugar del militante que estuvo preso durante toda la dictadura militar.
El día después del cierre de listas precipitó la salida a pistas del Lole anunciando “el fin del período de la Ley de Lemas” de Jorge Obeid prometiendo “si soy elegido Gobernador, al día siguiente me pongo atrabajar para ser Presidente del PJ en Santa Fe”, y del socialista Hermes Binner, que ayer le mandó una carta a Reutemann en la que le pidió que pasara del dicho al hecho derogando la Ley de Lemas y realizando una nueva convocatoria a elecciones con el sistema que rige a nivel nacional (ver aparte). “Este momento es fundamental para la democracia y para su gestión. Usted pudo modificar el sistema electoral y hacerlo transparente. Usted puede todavía modificar el sistema electoral y hacerlo transparente”, le propuso. Nada indica que Reutemann vaya a hacerle caso.