Sergio Massa aventaja a Martín Insaurralde por algo más de siete puntos, de acuerdo con la última encuesta realizada por la consultora Poliarquía durante el fin de semana pasado. Massa conseguiría el 39,8 por ciento de los votos e Insaurralde el 32,3. Se trata de un estudio previo antes del diagnóstico del hematoma de la Presidenta y el dato llamativo es que se frenó el crecimiento del intendente de Tigre, incluso con una leve disminución durante la última semana. Del otro lado, el candidato del Frente para la Victoria mantiene su nivel de intención de voto, estableciéndose una distancia de 7,5 puntos. Muy lejos, pero confirmando su caudal, está Margarita Stolbizer, mientras que Francisco de Narváez pierde una importante porción de votos. El trabajo de Poliarquía le asigna chances a Néstor Pitrola de obtener una banca para el Partido Obrero.

Los datos de la encuesta se basan en una ficha técnica que se adjunta al estudio y que indica que se entrevistaron 1727 ciudadanos en 16 localidades de la provincia de Buenos Aires, realizándose después un trabajo sobre la muestra para equilibrarla por tamaño de las ciudades donde residen los encuestados y nivel de estudios. El sondeo se realizó antes de conocerse la operación a la que fue sometida Cristina Kirchner, un tema en el que los encuestadores no se ponen de acuerdo. La mayoría piensa que no tendrá efecto electoral, pero todos coinciden en que hay que esperar, ya que se trata de fenómenos imprevisibles en la opinión pública.

De acuerdo con el cuadro principal del estudio, Massa obtuvo su mayor diferencia entre el 23 y el 27 de septiembre, cuando tuvo 11 puntos de ventaja sobre Insaurralde. Un factor de importancia para el crecimiento del intendente de Tigre es que se nutrió de los votos que iba perdiendo De Narváez. El Colorado consiguió 11 por ciento en las PASO y está ahora en 6,3 por ciento, en esencia por un proceso de polarización que ya se dio en 2011: votantes que se inclinan por Massa al ser el opositor que más adhesiones consiguió en agosto.

El trabajo de Poliarquía muestra que el crecimiento de Massa se detuvo después del 27 de septiembre en que obtenía 41,1 por ciento de intención de voto, y que desde ahí retrocedió al 39,8 que registró el 7 de octubre, fecha de la encuesta. En el mismo lapso, Insaurralde creció dos puntos, llegando a 32,3 en esta semana, mientras que Stolbizer se mantiene estable en un 11,7 por ciento. La candidata del Frente Progresista Cívico y Social siempre se mantuvo por arriba de los 10 puntos y por debajo de los 12, un dato llamativo teniendo en cuenta que es la única candidata no peronista que pelea los primeros lugares en la provincia.

Como lo señaló este diario el domingo, la mayoría de las consultoras venían registrando un crecimiento en la imagen de la Presidenta en las últimas dos semanas. Es un dato que se verificaba en gran parte de los distritos. Sin embargo, no se traducía en una mejora de las difíciles perspectivas electorales del oficialismo de cara al 27 de octubre. La encuesta de Poliarquía no preguntó sobre la imagen presidencial o, al menos, no aparece en los resultados a los que accedió este diario. Pero es posible que algo se esté reflejando en esta tendencia que se verifica en el cuadro principal: la diferencia a favor de Massa en la provincia de Buenos Aires fue en crecimiento casi todas las semanas desde las PASO, llegando a más de 11 puntos. La secuencia marca que en las primarias del 11 de agosto hubo 5,6 puntos de ventaja para Massa, luego trepó a 9,7 a fin de en agosto, 11 a mediados y fines de septiembre y esa ampliación de la diferencia se frenó en los últimos diez días, reduciéndose a los 7,5 puntos consignados este fin de semana.

El trabajo de Poliarquía le da chances a Néstor Pitrola de acceder a una banca: obtiene el 3,9 por ciento de intención de voto. De confirmarse ese pronóstico el 27 de octubre, habrá que analizar al detalle la votación, porque el sistema electoral establece que sólo se entra a la distribución de cargos consiguiendo el 3 por ciento de los votos del total del padrón. No de los que van a votar, sino de todos los inscriptos para votar. Como suelen concurrir a las urnas el 75 por ciento de los ciudadanos, la norma obliga a sacar casi el 4 por ciento, como el 3,9 que le adjudican a Pitrola.

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