Ricardo Brinzoni ya no está en actividad, pero todavía sigue mostrando la hilacha. “A pesar de que (Néstor) Kirchner haya declarado en sus discursos de asunción que hay que mirar al futuro, creo que hay una regresión al pasado en el tema militar y eso no es bueno”, afirmó ayer el ex jefe del Ejército en su primera aparición pública desde que fue separado de ese cargo. Brinzoni también se pronunció en contra de la extradición de los militares acusados de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y reiteró una vez más que no tuvo vinculación alguna con la Masacre de Margarita Belén, aunque aclaró que si hubiera estado involucrado en aquel fusilamiento de 22 presos políticos lo ampararían las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. El Ejército evaluará hoy si sanciona al ex jefe de esa fuerza, pero algunos daban por hecho que sería castigado.
En sus primeras declaraciones públicas en condición de retirado, Brinzoni apuntó directamente contra Kirchner. No sólo advirtió sobre la “regresión al pasado” en materia militar, sino que también cuestionó que el Presidente “plantee ante la opinión pública y la sociedad situaciones vividas hace 25 años” cuando “ya hace 12 años que el Ejército y las Fuerzas Armadas fueron destinadas a mirar hacia el futuro”. También opinó que es necesario “terminar con los rencores que no conducen a nada, ni la economía, ni la salud, ni el desempleo ni la miseria”.
En verdad, las palabras del ex jefe del Ejército no sorprenden. Una vez que llegó a la Casa Rosada, Kirchner no esperó siquiera una semana para ordenar el pase a retiro de Brinzoni. Su remoción se concretó el día anterior a la celebración del Día del Ejército para evitar que Brinzoni aprovechara esa ocasión para criticar la decisión del santacruceño de renovar todas las cúpulas militares. Aun así, Brinzoni no se calló la boca: en su discurso de despedida de la fuerza se manifestó en la misma línea que ahora. “La intriga cuartelera hacia la política fue erradicada de la vida argentina. La intriga política sobre los cuarteles –sostuvo– es tan riesgosa como la anterior y parece regresar después de 20 años.”
Brinzoni no eligió cualquier lugar para romper el silencio que mantenía desde que Kirchner dispuso su pase a retiro y el descabezamiento de las cúpulas del conjunto de las Fuerzas Armadas: lo hizo en Radio 10, donde se explayó a su gusto y no se guardó nada para sí. Su irrupción en escena tampoco fue extemporánea: habló en el mismo momento en que Kirchner estaba en vuelo hacia Washington para encontrarse con George Bush.
El ex jefe del Ejército tampoco se privó de criticar la posibilidad que alienta el mismo Gobierno de que los militares acusados de violaciones a los derechos humanos sean extraditados y juzgados en otros países e insistió en la necesidad de respetar el principio de territorialidad de las leyes. De todos modos, descartó que en caso de que las extradiciones se concreten pueda haber alguna reacción de los militares. “No veo que haya posibilidad de golpe de Estado. Los argentinos hemos madurado y estamos todos dispuestos a sostener las instituciones”, estimó.
Brinzoni también puso blanco sobre negro su posición con respecto al accionar de los militares durante la dictadura: explicó que “quienes cometieron excesos y delitos fueron erradicados hace tiempo del Ejército y no tengo con ellos ningún contacto” y que, en cambio, “los que cumplieron órdenes y se comportaron de acuerdo a lo que uno espera de un soldado están tranquilos con su conciencia”. Su tranquilidad pasa también por saber que los amparan las leyes de impunidad, las mismas que el propio Brinzoni reconoció que lo beneficiarían en su caso si se comprueba que tuvo alguna relación con la “Masacre de Margarita Belén”.
“Mi carrera militar estaba terminada porque había llegado a lo más alto”, dijo Brinzoni sobre su retiro, pero declaró haber sentido “una profunda tristeza y un gran dolor” porque varios de sus camaradas eran “muy valiosos” y “no había ninguna necesidad” de que fueran desplazados.
Voceros del Ejército descontaban anoche que Brinzoni será sancionado y recordaron que ya la semana pasada un alto oficial de esa fuerza fuecastigado por criticar públicamente la política castrense del Gobierno. Lo mismo ocurrió con los oficiales de la Armada, que cuestionaron las decisiones de Kirchner en materia militar.