“Se está en buen camino pero hay que hacer más”, evaluó ayer el secretario general de la CGT oficial, Rodolfo Daer, refiriéndose a la política laboral del Gobierno. Con esa frase –pronunciada tras una reunión del consejo directivo–, Daer se ocupó de elogiar el aumento del salario mínimo y la incorporación al sueldo de los 200 pesos no remunerativos que el Ejecutivo anunció hace dos semanas. En el Gobierno esperaban que la CGT los elogiara mucho antes –hacía mucho tiempo que no había un aumento de sueldos–, pero los “gordos” se mostraron remisos y recién se expidieron ayer con un elogio cauto y moderado. Fue una muestra más de la contradictoria relación con la central obrera.
La reunión del consejo directivo había sido anunciada el martes por el propio Daer, quien anticipó que se haría “un análisis de las políticas que viene desarrollando el presidente Néstor Kirchner, en especial aquellas vinculadas a la seguridad social y los salarios”. Ayer, como habían previsto, los “gordos” se reunieron en la sede de la calle Azopardo para analizar las últimas medidas del Gobierno. Entre otros, estaban Daer, José Pedraza, Carlos West Ocampo, Oscar Lescano, Armando Cavalieri, Amadeo Genta, Reynaldo Hermoso y Dante Camaño, quien asistió en representación del gremio de Gastronómicos y, por extensión, de Luis Barrionuevo.
La reunión comenzó cerca de las tres y terminó cerca de las siete y media de la tarde. El tema que más ocupó el debate fueron las decisiones en materia salarial que anunciara el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hace doce días. Por lo que luego dijo Daer, el acuerdo fue salir a respaldar las medidas, desde los micrófonos y también a través de una solicitada. “Las decisiones adoptadas en materia salarial desde el Ministerio de Trabajo son correctas”, aseguró el secretario general de la CGT. También dijo que la CGT “valora que el Estado empiece a ser protagonista en la recomposición del salario de los trabajadores”.
Los “gordos” decidieron difundir sus elogios a través de una solicitada en los diarios, un gesto que el Gobierno esperaba unos días antes. “Es evidente que en el Gobierno necesitan mimos”, ironizaba ayer ante Página/12 un gremialista que participó del encuentro. Pero por lo visto la CGT no quiere regalar tantos mimos a una administración que los puso bajo la lupa en la discusión del PAMI: el propio Daer matizó sus alabanzas con el reclamo de que el Ejecutivo convoque a “paritarias para el sector público” en un plazo perentorio. Los estatales aún no han obtenido subas de salarios, a diferencia de los empleados del sector privado, que se beneficiaron con la incorporación de los 200 pesos.
Según los propios sindicalistas, en la reunión del consejo directivo no se habló en ningún momento de la situación del PAMI, un tema que les irrita profundamente desde que el Gobierno corrió a Hermoso –quien ayer formó parte de la ronda de conversación– y Domingo Petrecca. La bronca se profundizó con la intervención de la mayor obra social. “El PAMI es un tema del pasado”, subrayó uno de los “gordos”, quien luego intentó argumentar que la relación de la CGT con Kirchner no es mala. “Nos cansamos de explicarlo. Ustedes que escribieron sobre el estilo K, deberían saber que Kirchner no tiene reuniones de gabinete y que los ministros reportan radialmente a él. De la misma manera, nosotros tenemos las mejores relaciones con todos los ministros, desde el jefe de Gabinete al canciller”, se explayó ante Página/12.
Los gremialistas decían, también, que a partir de ahora se enfrascarán en los “temas del futuro”, lo que revela que en materia del PAMI ya se han resignado como si fuera cosa juzgada. Lo que les preocupa, ahora, es acompañar al Gobierno en la lucha contra el empleo en negro: una bandera que los conmueve y que afecta los intereses de todos los sindicatos. “Apoyamos muy firmemente esta decisión de avanzar contra el trabajo no registrado. Vamos a poner las estructuras sindicales para colaborar”, explicó West Ocampo, otro de los dirigentes que participó de la cumbre cegetista. En este tema acompañarán al Ejecutivo, mientras que sobre losestatales –no por casualidad ayer estaba el municipal Genta– la política será pedir cierta igualdad con la situación de los privados.