La línea A de subte interrumpió ayer su servicio por un conflicto gremial entre conductores y la empresa Metrovías, debido a un esquema de reordenamiento laboral que implementó la compañía. El paro fue dispuesto por la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro en rechazo a las sanciones de la empresa contra una docena de trabajadores que se negó a cumplir con el nuevo esquema. El metrodelegado de la línea A, Flavio Baigorria, aseguró que los empleados del subte no trabajan “a la velocidad que quiere la empresa y eso termina generando un retraso en el esquema” requerido. El gremialista explicó que “los compañeros se niegan a conducir a la velocidad que dice Metrovías, porque pondrían en riesgo la vida de los pasajeros y de los propios trabajadores”. El dirigente explicó que con la inauguración de la nueva cabecera San Pedrito, el gobierno porteño disponía de 18 formaciones, de las cuales “tuvo que retirar dos por no cumplir con normas de seguridad”. Desde la empresa sostuvieron que el nuevo esquema se implementó por “las malas prácticas” de los conductores y guardas como “conducir injustificadamente a una velocidad inferior a la planificada para aumentar el tiempo de viaje de cabecera a cabecera”.