Liliana Olivero junto a Néstor Pitrola, Nicolás Del Caño y otros candidatos del FIT.
Imagen: Télam.

La Junta Electoral de la provincia de Córdoba rechazó por mayoría el pedido del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) para que se abran 2200 urnas y se vuelvan a contar los votos de las elecciones del 27 de octubre. Los vocales Ricardo Bustos Fierro y Carlos García Alloco consideraron que las objeciones del FIT, que pelea por la novena banca para diputados nacionales por Córdoba, fueron “genéricas e imprecisas”. El vocal Luis Rueda, en disidencia, se pronunció a favor del recuento. La candidata a diputada por el FIT Liliana Olivero sostuvo que Córdoba se convirtió en la “capital del fraude” e informó que apelarán la resolución ante la Cámara Nacional Electoral.

El escrutinio provisorio realizado el día de la elección concluyó que Unión por Córdoba obtuvo el 26,54 por ciento de los votos y tres diputados, la UCR el 22,66 (tres), el Frente para la Victoria 15,25 (dos) y Unión PRO 14,45 (una banca). Durante las primeras horas del conteo, el cálculo por el sistema proporcional D’Hont indicaba que la UCR se quedaría con sólo dos bancas y el FIT obtendría una, pero la situación cambió cuando se computaron las últimas mesas. El FIT observó las actas de las urnas cargadas a partir de las 22.30 y pidió la apertura de 2200 urnas para que “no haya dudas ni sospechas sobre la transparencia de la elección”.

“Las objeciones u observaciones sólo se circunscriben a la presencia o existencia de votos nulos en diferentes cantidades. Dicha observación, además de sistemática, resulta claramente genérica e imprecisa”, sostuvieron Bustos Fierro y García Alloco. “No se ha cuestionado ningún otro guarismo ni tampoco defecto alguno en la confección o conformación de las actas”, explicaron, y agregaron que desde el FIT no indicaron “el respaldo legal bajo el cual instan la apertura y revisión de las urnas”. “No es en esta oportunidad, al tiempo del escrutinio definitivo, cuando la agrupación, a través de sus fiscales, puede objetar la presencia de votos nulos. Esta facultad debieron ejercerla claramente en oportunidad de los distintos escrutinios de mesa. Nada de ello ha ocurrido”, enfatizaron.

Mientras el artículo 118 del Código Electoral prevé “la apertura de urnas en caso de evidentes errores de hecho sobre los resultados del escrutinio consignado en los documentos de la mesa”, las objeciones del FIT no tienen sustento en esa norma y son improcedentes “en tanto la sola invocación de excesivos votos nulos no encuadra en ninguno de los supuestos expresamente previstos por la ley”, sostuvieron. “Todas las actas observadas se encuentran debidamente conformadas y sin reservas ni observación de ninguna clase por parte de ningún fiscal de las nueve agrupaciones que participaron en el acto”, explicaron.

En minoría, Rueda consideró que “el elector del frente impugnante –e incluso de otras agrupaciones–, en razón de la incertidumbre expuesta, sin admitirse argumento en contrario, no tiene hasta el momento posibilidad de saber si se respetó su opción electoral”. En consecuencia, consideró que “no existe posibilidad alguna de saber cuál fue el resultado de dicha voluntad si no se procede al recuento total de las urnas correspondientes a las actas observadas”. “Al parecer se escucha más a los partidos patronales que a los que representan a los trabajadores”, afirmó Olivero. La candidata sugirió que el mensaje de la Junta es “que se joroben los partidos que no tiene fiscales de mesa” y enfatizó que “la Justicia debe ser la garante de que el elector tenga todas las posibilidades para elegir y de que se respete su voluntad o preferencia electoral”.