EL PAíS › RECIBIO EL ALTA MEDICA DESPUES DEL EXAMEN “SATISFACTORIO” DEL VIERNES
Se hará un Holter para seguir una situación cardiológica y no podrá tomar aviones por un tiempo, pero ya puede trabajar desde la quinta de Olivos y, de acuerdo con su evolución, podrá retomar “su ritmo de actividad habitual”.
› Por Nicolás Lantos
Cristina Fernández de Kirchner recibió el alta tras la operación a la que había sido sometida un mes atrás y el lunes comenzará a reasumir, gradualmente, sus funciones. Lo informó ayer por la mañana el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro. La decisión se tomó luego de que la Presidenta fuera evaluada neurológicamente “con resultados satisfactorios” el viernes por la noche, al cumplirse el tiempo de reposo indicado por el equipo médico de la Fundación Favaloro que la intervino quirúrgicamente el 8 de octubre para remover la colección subdural crónica que se le había detectado. Por otra parte, durante el fin de semana se le hará un Holter para evaluar su situación cardiológica, que arrastraba un cuadro preexistente y, en base al resultado, se va a determinar “el ritmo de regreso a sus actividades habituales”, según consta en el último parte médico.
“Debido a la favorable evolución posoperatoria que ha presentado la señora presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, y a que han sido satisfactorios los resultados obtenidos en la nueva neuroimagen de control que se le ha realizado el día de ayer, junto a la normalidad de los resultados de los estudios de laboratorio realizados, se ha decidido otorgarle el alta neurológica y neuroquirúrgica”, indica el comunicado. El parte lleva las firmas de los doctores Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, y Gerardo Bozovich, director médico de esa institución.
De todas formas, el regreso de la Presidenta a la función pública será gradual y deberá atenerse a ciertas indicaciones médicas. Desde el lunes retomará sus actividades de forma parcial y trabajando desde la quinta de Olivos, pero se le prohibió el traslado aéreo “inicialmente” por treinta días. Todavía no se sabe la fecha de su reaparición pública ni en qué circunstancias se dará. Aunque en un primer momento se especulaba con un acto de gran convocatoria, ahora se habla de un mensaje televisado desde la residencia oficial, para evitar exponerla tan pronto a estímulos fuertes.
La decisión final va a tomarse luego de que durante este fin de semana se le realice un Holter prolongado para evaluar su situación cardiológica, que se encontraba en observación por episodios previos de hipotensión arterial y un trastorno de la conducción cardíaca con bloqueo de la rama izquierda, con el que convive hace años. Durante el posoperatorio, la Presidenta no presentó síntomas vinculados con estas condiciones pero se tendrán en cuenta de todas formas para determinar la carga de trabajo que se le permitirá en su regreso a la actividad.
El parte médico que difundió ayer el vocero Scoccimarro también prevé que en un mes, el lunes nueve de diciembre, al cumplirse sesenta días de la neurocirugía, la Presidenta vuelva a ingresar en la Fundación Favaloro para realizar una nueva neuroimagen que permita seguir el paso de su evolución clínica. Para esa fecha también se prevé que se le realice una prueba de movimiento oscilatorio corporal (Tilt test), para observar posibles variaciones de la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Cristina Fernández de Kirchner ingresó por primera vez en la Fundación Favaloro el sábado cinco de octubre al mediodía, para realizarse estudios de rutina vinculados a su condición cardiológica. Allí se detectó que presentaba un cuadro de colección subdural crónica consecuencia de un traumatismo de cráneo sufrido en agosto, que hasta entonces no había arrojado síntomas. Tras ocho horas de estadía en la clínica, la mandataria regresó a la residencia de Olivos con una indicación de un mes de reposo. Sin embargo, al día siguiente presentó dolores de cabeza y una sensación de “hormigueo en el brazo izquierdo”, por lo que se decidió volver a internarla para intervenirla quirúrgicamente.
La operación se llevó a cabo el martes ocho de octubre por la mañana y fue “satisfactoria”, según indicaba Scoccimarro pasado el mediodía. Fue una “cirugía sin complicaciones” en la que se le evacuó el hematoma subdural. Ya por entonces “fueron descartados los riesgos cardiovasculares a través de distintos exámenes complementarios”, lo que pone en evidencia el cuidado especial sobre ese tema desde un primer momento. Seis días después, CFK abandonó la Favaloro, donde hubo siempre montada una guardia de militantes, y se instaló en Olivos para completar el reposo indicado por los médicos.
Por entonces, según lo que comunicaba el secretario de Comunicación Pública, Fernández de Kirchner ya se encontraba de “buen humor” y “excelente ánimo”, y se movía por sus propios medios sin problemas. Sin embargo, por prescripción médica permanecía apartada de los asuntos oficiales y no leía diarios ni recibía noticias de la gestión. Eso quedó de manifiesto luego del accidente en la estación de Once y la posterior estatización del Sarmiento que, según afirmó en su momento el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se llevó a cabo sin consultarla.
El reposo de la mandataria también la hizo ausentarse de la campaña previa a los comicios legislativos del 27 de octubre. Por eso, por primera vez, el Frente para la Victoria no tuvo un cierre de campaña unificado y decidió mudar el lugar donde se esperaron los resultados el domingo por uno más pequeño. Por entonces, varios dirigentes cercanos a ella ya dejaban caer noticias positivas sobre su estado de salud y comenzaba a especularse respecto de la fecha y las circunstancias de su regreso. Un nuevo parte de salud, el primero desde su externación, traía tranquilidad respecto de su evolución.
En los últimos diez días, CFK comenzó a interiorizarse en algunas noticias, como el fallo de la Corte Suprema respecto de la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, según declaraciones de algunos funcionarios. No obstante, todavía se mantenía al margen de las decisiones hasta tanto no contara con el alta médica. Así, varios asuntos de gobierno –como una eventual renovación de su gabinete (ver aparte declaraciones del ministro de Salud, Juan Manzur) y otros de construcción política, principalmente la interna del PJ bonaerense– aguardan su regreso definitivo para entrar en etapa de definiciones.
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