El presidente de Paraguay, Luis González Macchi, destituyó ayer a su ministro de Justicia y Trabajo, José Burró, quien había ocasionado el miércoles un incidente diplomático al decir que “ningún curepí ni bandeirante nos va a venir a enseñar moral” y calificar de “manga de sinvergüenzas” a argentinos y brasileños. Esta había sido la respuesta de Burró a las exigencias del embajador brasileño Luiz Augusto de Castro Neves de “institucionalidad” y “seguridad jurídica” para que los empresarios brasileños pudieran seguir invirtiendo en el Paraguay. “Pido disculpas al pueblo argentino, al pueblo brasileño y a sus autoridades. No tenía la menor intención de agraviarlos. Mi renuncia está a disposición, si en algo puede contribuir a atenuar el impacto de estas afirmaciones”, expresó Burró por la mañana a modo de arrepentimiento. Aclaró que sus afirmaciones habían sido “a título personal” y “no invocaba la posición” de su gobierno. El canciller Rafael Bielsa, mientras tanto, decidió el regreso a nuestro país del embajador argentino en Asunción, Félix Córdova Moyano, y convocó al embajador paraguayo ante nuestro país, Horacio Nogués Zubizarreta, para pedir explicaciones por los dichos de Burró. El incidente diplomático se produce a sólo dos semanas del cambio de mando en el vecino país. El 15 de agosto asumirá el nuevo mandatario Nicanor Duarte Frutos.