El Senado se prepara para tener el miércoles 18 de diciembre la última sesión del año. Si se convierte en una sesión “tranquila” o de un cierre de año conflictivo dependerá, en gran medida, de la decisión de la Casa Rosada de avanzar o no con la designación del general César Milani como jefe del Ejército. Con la definición aún pendiente, la Comisión de Acuerdos ya dispuso todas las medidas necesarias para tratar los pliegos diplomáticos y militares pendientes, incluido el de Milani. Este miércoles se realizará la reunión de esa comisión y se sabrá si el kirchnerismo formaliza el reemplazo del ex comandante en jefe, Luis Pozzi. Fuentes del oficialismo dudaban de que el pliego contara con el aval de todos sus senadores, dato que se conocerá al realizarse los primeros días de esta semana la primera reunión de bloque del Frente para la Victoria con la nueva composición de la Cámara. Además, en la misma sesión extraordinaria se tratará el pliego del ex ministro Hernán Lorenzino como embajador ante la Unión Europea y el proyecto para subir los impuestos a los bienes suntuarios, aprobado en Diputados.

Ya con los nuevos senadores, el kirchnerismo enfrentará sus últimos desafíos antes de cerrar 2013. El principal es el pliego de Milani, que fue ingresado en julio de este año y nunca fue retirado por el Ejecutivo, a pesar de que en aquel momento los cuestionamientos de distintos sectores obligaron a postergar su tratamiento. Desde entonces, Milani ocupa el cargo, pero de manera interina. A partir de una denuncia de la UCR, el general fue cuestionado por su actuación durante la última dictadura y acusado también de enriquecimiento ilícito. El tema comenzó a tomar estado público cuando se conoció la decisión de su ascenso, por lo que Milani se presentó espontáneamente en los juzgados de Tucumán y La Rioja, donde tramitan las causas por violaciones a los derechos humanos en las que se lo menciona. También presentó una demanda por calumnias e injurias a los diputados opositores que le iniciaron la causa por enriquecimiento. En este caso, el juez Daniel Rafecas dispuso medidas de prueba para analizar el patrimonio del general.

En el caso que tramita en el Juzgado Federal de Tucumán, Milani está involucrado en la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo, en junio de 1976. Como integrante del Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, Milani había firmado el sumario de “deserción” de Ledo, que no fue visto nunca más después de esa fecha. Según la nota enviada al Congreso por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), los sumarios de deserción eran “el modo de encubrir la desaparición de soldados durante el terrorismo de Estado”. En esa causa fue procesado y detenido este año el jefe del batallón que integraba Milani, Esteban Sanguinetti, luego de que el juez Daniel Bejas tuviera cajoneado desde 2008 su pedido de indagatoria. Pese a que el juez sostuvo que Sanguinetti no había participado directamente en la desaparición, lo procesó con prisión preventiva, ya que por su cargo tenía la obligación de cuidar la vida de sus soldados. En la declaración indagatoria, Sanguinetti señaló que Milani era “responsable de la investigación profunda del caso”.

El CELS envió una nueva nota al Congreso, ampliando la información sobre Milani, en función de los avances judiciales. En la otra causa, que tramita en La Rioja, Milani fue acusado por el ex detenido Ramón Olivera de participar en un allanamiento que derivó en la detención de su padre, quien fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141. Olivera señaló, además, que Milani estuvo presente y lo “hostilizó” durante un interrogatorio judicial.

En los últimos días se difundió una entrevista a Milani realizada por la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la que el militar asegura que “jamás” torturó ni mató, y que las acusaciones son “calumnias vertidas por multimedios monopólicos y dirigentes políticos opositores al Gobierno”, con el objetivo de impedir que “el Ejército participe activamente de un proyecto nacional”. Mientras, organismos de derechos humanos manifestaron nuevamente su rechazo a la designación de Milani.

El FpV cuenta hoy con nueve senadores propios y un aliado en la Comisión de Acuerdos (de 17 miembros). Pero al menos dos habían rechazado aprobar el pliego de Milani en julio, y fuentes parlamentarias consideraron poco probable que esos senadores cambien de posición. Además, el aliado es el neuquino Horacio Lores, que concluirá su mandato y se desconoce quién ocupará su lugar en la comisión. La bancada que conduce Miguel Pichetto estaba muy justa para obtener dictamen de mayoría. De todas formas podrían sacar dictamen en minoría y llevar el tema al recinto, con una perspectiva igual de complicada. Hasta ahora, el kirchnerismo había tomado como criterio defender en el Congreso los pliegos de funcionarios, siempre que no tuvieran procesamiento en la Justicia.

Entre hoy y mañana debería ingresar el pedido del Ejecutivo, convocando a sesiones extraordinarias. El oficialismo realizará su primera reunión de bloque, analizará las posiciones internas, y el miércoles se reuniría la comisión presidida por Marcelo Guinle. El pliego de Lorenzino deberá volver a pasar por Acuerdos, ya que el dictamen se caerá tras el recambio parlamentario. Sin embargo, fuentes del FpV confiaban en que no tendrán inconvenientes con este tema. La semana siguiente, entonces, se trataría su pliego, además del resto de los ascensos diplomáticos y militares. Por último, el proyecto para elevar los impuestos a los bienes de lujo –como autos y motos importadas, barcos y aviones– también será tratado, con la perspectiva de que sea respaldado sólo por el FpV y sus aliados, como en Diputados.