El gobernador José Alperovich se reunió con los jefes policiales.

Tucumán intentaba recuperar la calma, pero la tensión social no concluía tras el amotinamiento policial y los saqueos que dejaron un saldo de, al menos, tres muertos. El gobernador José Alperovich decidió ayer el cambio de la jefatura de la policía provincial pero, igual, por la noche hubo una nueva manifestación de descontento en la Plaza Independencia, frente a la Gobernación, en la que reclamaron “que se vayan todos”.

Además de reemplazar al jefe policial Jorge Racedo por Dante Bustamante, el gobernador Alperovich también cambió parte de la cúpula de la fuerza, a la que ayer acusó de “extorsión” y criticó por su accionar del martes a la noche, cuando reprimieron a los caceroleros que protestaron frente a la Casa de Gobierno. “Los policías tendrían que haber aguantado, no reprimir”, consideró Alperovich al referirse a los disparos con balas de goma sobre los manifestantes, entre los que –afirmó el gobernador– también hubo “infiltrados”. “Han puesto a la sociedad muy mal, la obligaron a que se defienda como pueda y eso no tiene perdón”, insistió sobre el accionar de la policía, a la que denunció por “sedición”. “No entiendo por qué tuvimos que pagar semejante costo por algo que no le encuentro sentido. La extorsión policial no tiene perdón de Dios”, dijo el gobernador.

El ahora ex jefe policial Racedo había cuestionado la decisión de reincorporar a tres efectivos que estaban cesanteados y formaron parte de la comisión que alcanzó el acuerdo con el Ejecutivo provincial. Además puso su renuncia a disposición del gobernador, que la aceptó para nombrar a Bustamante, quien se desempeñaba como jefe del cuerpo de guardia urbana. En tanto, el ministro de Salud provincial, Pablo Yedlin, informó que “oficialmente tenemos que hablar de tres muertos, aunque hay un cuarto que murió en la calle, pero no tenemos precisiones si estuvo vinculado con lo que pasó el martes”. En la guardia del Hospital Padilla reportaron ese caso y dijeron que el hombre había sido baleado en el pecho en la periferia sur de la capital.

Ayer se reportaron otros incidentes, como un intento de saqueo al Mercado de Concentración Frutihortícola que fue repelido por los comerciantes. Por otro lado, en algunos barrios de la capital tucumana, los vecinos repudiaron a los policías que volvían a patrullar las calles luego de la protesta. Quienes deseaban mostrar su descontento tanto con el gobierno provincial como con la policía se congregaron desde la tarde en la Plaza Independencia, como había sucedido el día anterior. Primero fue un grupo pequeño, pero creció con las horas. Un grupo de unos cien manifestantes se retiró de la plaza para “escrachar” una comisaría, una concesionaria de autos que pertenece a Alperovich y agredir a los periodistas que cubrían los hechos.