El nuevo Código Penal podría incluir “una serie de modificaciones que permitan adoptar soluciones distintas para casos de delitos cuando se trata de personas extranjeras”, si prospera la propuesta que realizó la Dirección Nacional de Migraciones a la comisión encargada de plantear esa reforma, encabezada por el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. “Proponemos que si a la persona extranjera se le sospecha un delito de los considerados no graves, se le ofrezca suspender el curso de la causa y que abandone el territorio nacional. En ese caso el proceso penal se suspende, pero si vuelve a entrar se le reabre el proceso penal”, sostuvo el titular de Migraciones, Martín Arias Duval. El funcionario advirtió además que, contrariamente a lo que se cree, el porcentaje de extranjeros que habitan en la Argentina es sensiblemente más bajo que en otras épocas y que la mayoría de los inmigrantes que eligen este país lo hacen porque lo encuentran “más seguro y tranquilo” o porque ofrece otras ventajas.

En diálogo con Página/12, Arias Duval negó que el proyecto sea de naturaleza expulsiva ni que vaya a perjudicar a los extranjeros que decidan residir en la Argentina. “No es algo coercitivo, es una opción más que tiene alguien que es procesado para resolver su situación –explicó el funcionario–. Hoy, una persona imputada por un delito no puede salir del país al tener una causa penal abierta, pero ¿cuál es el interés del Estado de perseguir penalmente a un extranjero que no tiene voluntad de residir en la Argentina, utilizando recursos del sistema judicial que deberían destinarse a perseguir al crimen organizado y no a alguien acusado de hurto?”.

Además, destacó: “No se está expulsando a nadie, es voluntario y la decisión siempre la tomará el imputado”. El proyecto fue acercado a la Comisión para la Reforma del Código Penal, que ahora deberá evaluar si la incluye o no en el texto que presentará ante el Poder Ejecutivo, que a su vez lo reenviará al Congreso para su debate.

El director de Migraciones desmintió el “preconcepto” de que hay cada vez más nativos de otros países residiendo en la Argentina. “Mientras que hace varios años la población estaba compuesta por un 12 por ciento de extranjeros, hoy representan un 4,5 por ciento”, explicó. “Desde la mirada de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano parece que son más los extranjeros que viven en Argentina”, pero esa sensación se debe a que “más del 70 por ciento de la población extranjera se radica en Buenos Aires”. Arias Duval advirtió que “es peligroso relacionar una cualidad delictiva con una nacionalidad” y criticó a los medios que “no difunden con la misma letra de molde” cuando un mismo delito lo comete un argentino que un extranjero.

Para el funcionario, muchos extranjeros eligen la Argentina porque “se considera” que en este país “se vive de forma tranquila y segura” y que hay “muchísimos” jóvenes que vienen a estudiar aquí. “La comunidad colombiana en Argentina está mayormente compuesta por estudiantes –ejemplificó–. Muchos trabajan en el sector de la gastronomía para cubrir sus necesidades y terminan enamorándose de algún argentino o argentina.” Además, cuentan las condiciones laxas para el ingreso al país. A una persona que llega “lo único que se le pide es que se identifique” y se aclare si quiere “establecer residencia”, para lo cual “hay requisitos que cumplir”, y que “acredite que no tiene antecedentes penales y en todos los casos se le pide un informe a Interpol”, mientras que en otros países de la región los requisitos son más estrictos.