El vicedecano de la Facultad de Medicina de La Plata, Enrique Pérez Albizu, renunció ayer a su cargo tras haber sido vinculado con delitos de lesa humanidad, en el marco de la investigación que se lleva adelante por los crímenes cometidos durante la última dictadura en el ex centro clandestino de esa ciudad, conocido como La Cacha. El decano de esa casa de estudios, Jorge Martínez, fue quien confirmó la noticia.

La denuncia que vincula al ex vicedecano con la dictadura militar se basa en el testimonio de Adelina Dematti de Alaye, quien prestó declaración la semana pasada en el juicio que investiga los crímenes cometidos en el ex centro clandestino conocido como La Cacha. La Madre de Plaza de Mayo presentó ante los jueces documentación de su archivo personal, que asevera que Pérez Albizu firmó certificados de defunción a personas desaparecidas, que luego fueron enterradas como NN. “En las causas de muerte de los NN casi el ciento por ciento de los casos era por destrucción de masa encefálica por disparo de arma de fuego”, afirmó Dematti de Alaye.

“Cuando estuve en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos), los familiares de La Plata contamos lo que sabíamos y se había podido evidenciar lo que pasaba en el cementerio, donde aparecieron un montón de tumbas NN”, declaró. “Ingresaron desde 1975 a 1983 un total de 200 cuerpos, y las edades coincidían, la mayoría 25 años. Había masculinos y femeninos, eso demuestra que la militancia y el seguimiento no tenían distinción de sexo; las cifras decaen a partir de 1979”, señaló durante el juicio quien fuera paradójicamente nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de La Plata.

La renuncia de Pérez Albizu se conoció en medio de una toma del Rectorado iniciada el miércoles por los estudiantes universitarios, que reclamaban por la destitución del vicedecano. La medida fue levantada ayer tras conocer la decisión tomada por el funcionario. La protesta, además, tenía como motivo de reclamo la negativa de las autoridades de la Facultad de Medicina de firmar los diplomas a un grupo de egresados que ya completaron –y aprobaron– su plan de estudios y aún no pudieron acceder a su título.

Tanto representantes estudiantiles como funcionarios de la Universidad de La Plata se manifestaron públicamente sobre el tema. La vocera de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), Laura Cano, afirmó que “es un gran logro que hemos obtenido” y señaló que si bien la toma se levantó, “las medidas de lucha siguen hasta el final”. “Hay una gran satisfacción por las conquistas obtenidas”, remarcó. Con respecto a la firma para la entrega de títulos, afirmó que funcionarios del Rectorado “se comprometieron a convocar para el 11 de marzo a un Congreso Superior Extraordinario, tal como lo veníamos reclamando; es la primera vez que hemos logrado un retroceso claro y han dado el brazo a torcer”.

El prosecretario de la casa de estudios, Pablo Lorente, señaló que la renuncia del vicedecano es una decisión “de sentido común”. “Lo que sucede es que no aceptan ni siquiera la solicitud de pedido de título hoy en día; esto es inaudito, no conocemos que haya sucedido algo así en ninguna universidad del país”, remarcó.