EL PAíS › LA PRESIDENTA AGRADECIó A FRANçOIS HOLLANDE SU RESPALDO EN LA DEMANDA DE LOS FONDOS BUITRE
CFK se reunió con su par francés, quien respaldó la negociación abierta con el Club de París y anunció que su gobierno presentará ante la Corte de Estados Unidos un escrito de amicus curiae en apoyo a la Argentina.
› Por Fernando Cibeira
Desde París
El presidente de Francia, François Hollande, anunció el respaldo de su país a la negociación que Argentina iniciará con el Club de París el próximo 28 de mayo. Además confirmó que se presentará como amicus curiae ante la Corte de Estados Unidos en el juicio que llevan adelante los fondos buitre. Ambas decisiones fueron celebradas por la presidenta Cristina Kirchner en la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron luego de su reunión en el Palacio del Elíseo. “Va a ser muy beneficioso no solamente para la Argentina, sino también para todas las empresas europeas”, consideró a propósito de una regularización de la deuda con el Club de París, cuyo titular es el secretario del Tesoro francés, Ramon Fernandez. Ambos destacaron la “histórica amistad” que une a los países y resaltaron la presencia argentina en el Salón del Libro de París que la Presidenta inaugurará hoy. Menos cómodo para Hollande fue el momento en que Cristina Kirchner utilizó el tema Ucrania para criticar “a las grandes potencias, principalmente el Reino Unido y Estados Unidos” por haberse manifestado a favor del referéndum que hicieron los kelpers en las islas Malvinas y rechazar el de Crimea.
La Presidenta pudo retirarse satisfecha por el contundente respaldo para los dos conflictos de deuda que le brindó ayer Hollande, que además tuvo palabras elogiosas para el país. “Argentina es un gran país científico, hizo de las tecnologías el corazón mismo de su desarrollo”, dijo, lo que sonó exagerado. Remontó la alianza política bilateral a los tiempos de la visita de Charles de Gaulle a Buenos Aires, en octubre de 1964, por lo que redondeó y dijo que se festejaba el 50 aniversario. “Francia quiere que la Argentina pueda salir de sus trances financieros. Lo está logrando. Y estamos haciendo todo lo posible para que en el Club de París podamos apoyar sus trámites financieros”, sostuvo Hollande.
Argentina mantiene con el Club de París una deuda de unos 9500 millones de dólares. Luego de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, viajara en enero para presentar una propuesta, hubo una pausa para cruzar algunas aclaraciones y justo un par de días antes de que Cristina Kirchner iniciara su viaje, el Club de París invitó a iniciar negociaciones formales para fin de mayo. El apoyo de Francia podría ser crucial para convencer a otros países socios que se mostraron más reacios a aceptar los términos planteados por Argentina.
Cristina Kirchner destacó los beneficios que podría acarrear la negociación para las empresas europeas. “Porque si se logra acordar con el Club de París, nuevamente las empresas europeas, o sea aquellas que generan trabajo para los europeos, van a volver a tener crédito en sus agencias nacionales para poder invertir, generar trabajo y por lo tanto aportar al crecimiento de sus economías nacionales y al crecimiento de la actividad económica mundial”, sostuvo.
Tradicionalmente, los mandatarios visitantes ingresan en su auto al Palacio del Elíseo, el presidente francés los recibe al pie de la escalera, se sacan una foto –con el palacio de fondo siempre sale bien– y luego pasan revista a las tropas que forman una guardia de honor. Esta última parte fue salteada ayer dadas las dificultades de Cristina Kirchner para desplazarse por culpa de su esguince, para peor sobre un piso de pedregullo. La Presidenta tenía un vestido de pequeños cuadros blanco y negro que dejaba su bota ortopédica al descubierto.
Pasaron, entonces, directamente al interior, al encuentro del que formaron parte los ministros franceses de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius; de Economía, Pierre Moscovici; y de Cultura, Aurelie Filippetti. Por el lado argentino, con una mínima comitiva, el canciller Héctor Timerman y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro. Hollande le ofreció su brazo a la Presidenta cuando cruzaron los jardines del Elíseo rumbo al salón Pompadour donde se realizó el almuerzo. Por los usos diplomáticos, CFK se sentó enfrente del presidente francés, con el canciller Fabius a su derecha. La mesa estaba adornada con cuatro arreglos de flores violetas, rosas y blancas.
Uno de los puntos que remarcaron fue la relación económica creciente. A la llegada del kirchnerismo, en 2003, el intercambio era de unos escuálidos 300 millones de dólares que pasó actualmente a 2600 millones de dólares, con una balanza favorable a Francia. “Significa que es importante para los países desarrollados que los países emergentes podamos salir de esos problemas de endeudamiento para poder crecer, fortalecer el comercio bilateral y multilateral y también honrar nuestras deudas”, consideró la Presidenta sobre esa situación.
Allí agradeció a Francia su decisión de concurrir como amicus curiae (amigo del tribunal) en la Corte norteamericana en el juicio que llevan adelante los fondos buitre NML Capital, Aurelius y Olifane para que la Argentina desembolse 1330 millones de dólares en efectivo y en un solo pago. En rigor, el gobierno de Hollande había tomado esa decisión en julio del año pasado y Cristina Kirchner ya se lo había agradecido en la última reunión del G-20. Pero ahora Francia lo ratificará en la nueva –y decisiva– instancia judicial que se dirime en la Corte. “Es el reclamo de un pequeñísimo grupo de deudores denominados holdouts, que se los conoce también con el nombre de fondos buitre, que intenta tumbar el acuerdo del 93 por ciento de los acreedores de la Argentina, logrado entre los dos acuerdos de canje de deuda”, remarcó CFK, quien volvió a considerar el caso argentino como “un verdadero leading case”, que marcará el destino de toda futura renegociación. Y advirtió que si los fondos buitre se salen con la suya “estaríamos ante una verdadera debacle internacional y ante un escándalo moral y político”.
Fuera de las cuestiones económicas, el encuentro tuvo su capítulo internacional. Aunque al pasar, Hollande mencionó que hablaron de Siria y del Líbano debido a las importantes comunidades de esos países que vivían en Argentina, la cuestión central, por lógica, estuvo localizada en lo que sucede en Crimea, de amplia repercusión en Europa. El presidente francés consideró que habían estado de acuerdo “en principios sencillos como el respeto al derecho internacional y la integridad de las fronteras” y no quiso abundar demasiado. Vale aclarar que Hollande habló en la conferencia de prensa durante poco más de cuatro minutos, en cambio, Cristina Kirchner se extendió a casi doce.
La Presidenta ya se había referido al tema luego de reunirse con el papa Francisco y ayer volvió sobre él sabiendo de la nueva repercusión que podía darle a sus palabras la presencia de los medios franceses. “Es cierto lo que señala el señor presidente respecto a la integridad territorial, pero también reclamamos a las potencias que cuando se habla de integridad territorial sea aplicable para todos. Porque mi país sufre el cercenamiento territorial, por parte del Reino Unido, de las islas Malvinas, y sin embargo las grandes potencias, fundamentalmente el Reino Unido y Estados Unidos, se han manifestado a favor del referéndum de los kelpers que carece de todo valor, porque, bueno, si carece de valor el que ha hecho Crimea, a escasos kilómetros de Rusia, mucho menos puede tener valor uno de una colonia de ultramar a más de 13 mil kilómetros de distancia”, sostuvo.
Hollande, que contaban los periodistas franceses que es de carácter bromista, hizo un gesto que no se entendió bien. Hizo una sonrisa y se agachó un poco. No quedó claro si fue dirigido a alguien o si hizo como que se quería esconder. Durante el tiempo que la Presidenta habló del tema, el francés tamborileó los dedos sobre el atril, más incómodo que durante el resto de la rueda de prensa. “Algo que es fundamental para preservar la paz en el mundo, algo que es fundamental para el respeto al derecho internacional, es no tener doble estándar a la hora de tomar decisiones. No se puede estar de acuerdo con la integridad territorial en Crimea y estar en desacuerdo con la integridad territorial con las Malvinas en Argentina”, insistió CFK.
La Presidenta también destacó los avances para el acuerdo Unión Europea y el Mercosur y contó que invitó a Hollande a visitar la Argentina. Cerró como empezó el presidente francés, hablando del Salón del Libro. Esta tarde encabezará la ceremonia de apertura junto al primer ministro, Jean Marc Ayrault, en lo que será su última actividad de la gira.
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