“Yo no estoy detrás de nadie más que detrás de Kirchner. Yo gané con Kirchner. Y estamos más juntos que nunca. Estoy a muerte con él, totalmente alineado con él. No le estoy construyendo ningún poder alternativo. Los dos tiramos para el mismo lado.” Con esta frase, Daniel Scioli buscó ante Página/12 poner paños fríos al conflicto que él mismo generó en el seno del Gobierno por un par de declaraciones a contramano de la filosofía del presidente de la Nación.
El vice decidió realizar su descargo por primera vez en un medio gráfico, luego de conocer la dura reacción que generaron en la intimidad de la Casa Rosada sus apreciaciones sobre la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y también sobre el eventual aumento de las tarifas de las privatizadas.
“Hay que empezar por el principio: yo soy un fervoroso creyente de la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad”, se preocupó en señalar Scioli. La última semana había manifestado su rechazo a la anulación de las dos leyes en cuestión. Para ello, utilizó una frase que hizo ruido, y mucho, sobre todo en los oídos de Kirchner: “En un país serio, el Congreso no anula sus leyes”, dijo.
“Como presidente del Senado de la Nación simplemente hice las observaciones que algunos legisladores hicieron sobre la real facultad del Congreso para derogar las leyes”, defendió Scioli una frase cuestionable desde varios puntos de vista.
El vocero Miguel Núñez y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dos hombres que suelen recrear como pocos el pensamiento de Kirchner, habían salido con los tapones de punta contra el vicepresidente, al recordar que, palabras más palabras menos, en un país serio no hay desaparecidos ni leyes y decretos de impunidad.
Scioli indicó a este diario que lo suyo fue simplemente hacerse eco del cuestionamiento ya no solo de legisladores sino también de constitucionalistas. “Me estuve informando y he leído bastante sobre la materia. El procedimiento también fue cuestionado por Daniel Sabsay, Gregorio Badeni, Eugenio Zaffaroni. No dije ninguna locura, simplemente estuve alertando al Presidente sobre lo que opinaban algunos entendidos en la materia. Eso no es estar en contra de él. Peor hubiese sido si hubiese dicho que estaba todo bien. Pero había algunos reparos jurídicos”, sostuvo.
–Entonces no está arrepentido de lo que dijo.
–...(piensa) creo que se me malinterpretó. Lo que quise alertar es que se iba a generar una instancia jurídica más, porque se iba a alentar una apelación más a la Corte, y esto produciría que se alargara el camino de la búsqueda de la verdad.
–Pero su frase fue: “en un país serio el Congreso no anula sus leyes”.
–Quise decir lo que le dije antes. Yo estoy a favor de la búsqueda de la verdad, la memoria y la justicia. En la cuestión de fondo estoy ciento por ciento de acuerdo con el presidente Kirchner.
–Justamente, hay dudas de eso.
–Yo no estoy detrás de nadie más que detrás de Néstor Kirchner. Juntos la gente nos votó.
Como un intento –extraño por cierto– de mostrar su compromiso con los derechos humanos, Scioli sacó a relucir un encuentro que mantendrá hoy con las Madres de Plaza de Mayo. Según dijo, la reunión fue solicitada por la organización el último viernes, ante el inminente tratamiento de la anulación de las dos leyes en el Senado, y que él las recibirá como recibe a todo el mundo.
“Acá no hay nada extraño detrás, ni un armado político paralelo ni la construcción de un poder alternativo ni nada de eso”, insiste ante este diario. No es una frase más. En Gobierno creen que la avanzada de Scioli no es a título personal, sino que responde a un engranaje del que no sería ajeno el establishment. Y es ahí donde se cuela el otro tema emblemático para la Casa Rosada: la revisión de los contratos con las empresas privatizadas en los `90. “Juro que yo no dije que iban a aumentar. Ahí no es que me malinterpretaron, directamente me distorsionaron lo que yo dije. En la reunión de IDEA jamás, pero jamás hablé de tarifas: hablamos de turismo, de la marca argentina... después hubo una conferencia y no me preguntaron sobre tarifas. En un momento me preguntaron por qué De Vido fue al Senado. Y recién entonces un periodista preguntó por el tema tarifas. Yo lo único que dije es que es un tema a resolver. Y que la posibilidad de un aumento era una alternativa. Pero yo no dije que debían aumentar.”
–Pero ¿está de acuerdo o en contra de que aumenten?
–Le voy a responder con un antecedente: yo soy un pionero de la tarifa social. Soy el primero que logré la tarifa social para los clubes de barrio, para 250 clubes de barrio. Y lo logré como responsable de la Comisión de Deporte. ¿Cómo yo voy a estar propiciando el aumento de tarifas?
Scioli aseguró que es un mito que es el hombre que recibe a aquellos empresarios que Kirchner no recibe. “Lavagna y De Vido atienden a empresarios. El Presidente recibió a Oscar Vicente y a Blanco, y en Estados Unidos también se reunió con empresarios y es bueno que esto sea así”, aseguró. “Además –necesitó aclarar– yo recibo a todo el mundo. Desde Mambrú, Soledad y Atilio Stampone, con sus reclamos de derecho de autor, hasta Suar y Tinelli, pasando por las Madres de Plaza de Mayo, como ya les dije”, señaló.
“Lo único que me interesa es generar empleo. Y por eso me reúno con los sectores productivos. No por otra cosa”, señaló.
–También se especula que es un puente entre Menem y Duhalde.
–Yo gané con Kirchner. Soy vicepresidente de Néstor Kirchner. Todo lo demás son especulaciones.
–Que con sus frases usted las alimentó.
–Hay temas que son sensibles. Y creo que de ahora en más debo ser más prudente. Sin dudas, evaluaría mejor la conveniencia de hablar.
–¿Imagina algún castigo por sus dichos?
–¿Por hablar?
–Sí.
–Si hubiese tomado alguna decisión, sin consultar, sería una cosa. Pero simplemente hice declaraciones que, insisto, fueron malinterpretadas.
–De todos modos, ya se habla que le recortarán poderes.
–Yo sé muy bien que Kirchner no duda de mi buena fe y de mis gestiones.
–Podrían desplazarlo del control de la Secretaría de Turismo, cuyo titular es su hombre de confianza, Germán Pérez.
–La verdad, yo no creo que el Presidente esté utilizando su tiempo para esas cosas. Realmente no lo creo que se maneja con represalias.
–Habló con Kirchner desde que se produjo este cortocircuito.
–No. Ni nadie me dijo nada porque me respetan.
–Usted sabe que por lo bajo hubo fuertes cuestionamientos.
–A mí nadie me dijo nada.