El titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, atacó a Antonio Caló, su par en la central obrera oficial, que dos días antes había destacado el carácter “político” del paro general al que el sindicalismo crítico con el Gobierno convocó para el jueves que viene. “Dedicate a otra cosa” fue el mensaje que le dio el camionero al metalúrgico a través de la prensa, antes de señalar que los gremialistas cercanos a la Casa Rosada “no pueden sostener que siendo amigos del Gobierno les obliguen a firmar porcentajes por debajo de la inflación”. Otro dirigente afín a la Casa Rosada, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, acusó nuevamente a los organizadores de la medida de fuerza de usar a los trabajadores como “tractor para la derecha que quiere volver a los ’90”.

Moyano volvió a cruzar a Caló, quien había dicho que la huelga general estaba “injustificada”, ya que hay respuestas del Gobierno a los reclamos del movimiento obrero y se están cerrando paritarias en todas las ramas. El camionero argumentó que en las negociaciones colectivas, “aunque lo nieguen”, existe un tope impuesto por el Gobierno a través de “la presión que ejercen sobre los empresarios para que no den aumentos y la presión que ejercen sobre algunos sindicatos para que no pidan los aumentos que corresponden, porque pretenden que esta devaluación y esta inflación que el Gobierno no puede controlar la paguen los trabajadores”.

El ex candidato a diputado por la lista que encabezaba Francisco de Narváez sostuvo que por otro lado el paro “tiene mucho que ver con la inseguridad que están sufriendo casi todos los trabajadores de todas las actividades”, que atribuyó al gobierno nacional: “La seguridad la tienen que dar ellos, para que la gente pueda trabajar con tranquilidad y la gente pueda vivir en paz”. Moyano volvió a reclamar también por que se derogue el Impuesto a las Ganancias.

Por su parte, Yasky volvió a impugnar el paro convocado por los opositores argumentando que “no tiene muchos motivos”, ya que los gremios están “en pleno progreso de paritarias”, y recordó que fueron los gobiernos kirchneristas los que hicieron que las negociaciones “volvieran a existir en la Argentina”. Yasky recordó que “éste es un gobierno con el que uno puede tener diferencias y las puede discutir”, por lo que no es necesario tomar medidas tan extremas.

“Nosotros estuvimos tres años en la Carpa Blanca, y la Ctera, uno de los gremios con más afiliados, no tuvo paritarias hasta 2003”, recordó el dirigente de la CTA. Respecto del aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, sostuvo que para discutirlo “hay que esperar a que terminen las paritarias y ver cuántos son los trabajadores afectados”. Por último, volvió a criticar a los dirigentes que convocan a la medida de fuerza del 10 de abril: “Que no me vengan los que fueron parte del menemismo que ahora quieren paro”.