De trayectorias distintas, Arroyo, Pérez y Katopodis ahora confluyen para ganar poder dentro del FR.

El heterogéneo abanico político que Sergio Massa reunió en el Frente Renovador comienza a mostrar diferencias y fisuras. Algunos de sus referentes decidieron marcar sus prioridades creando su propia corriente interna. Dirigentes que llegaron al massismo desde distintas experiencias partidarias y políticas, como el ex lilito Adrián Pérez, el ex viceministro de Desarrollo Social del kirchnerismo Daniel Arroyo, y el jefe comunal de San Martín Gabriel Katopodis, lanzarán –a fines de abril o principios de mayo– su propio espacio dentro de los renovadores para diferenciarse de la tropa pejotista del massismo. La idea –reconocen– será instalar en la agenda del conglomerado massista “no sólo temas de coyuntura, sino propuestas de más largo plazo” que incluyan “iniciativas institucionales” y de “inclusión social”. Un espacio interno que aún no tiene nombre pero que también servirá para dar pelea a la hora de disputar candidaturas en 2015.

Massa les asignó tareas a cada uno de ellos dentro de sus promocionados “equipos de trabajo”. De todas maneras no quisieron quedar relegados sólo a los designios del ex intendente de Tigre y decidieron recorrer un camino propio para intentar aunar experiencias y marcar sus diferencias con otras propuestas dentro del massismo.

La experiencia parlamentaria y el conocimiento en temas “institucionales” que Pérez acumuló en su paso por la CC lo llevó a ser el elegido de Carrió como compañero en la fórmula presidencial de 2011, aunque después la chaqueña lo dejó solo frente a las cámaras tras el estrepitoso fracaso electoral. Arroyo, por su parte, reúne un desempeño académico, la experiencia de gestión en el ministerio que conduce Alicia Kirchner y el traumático paso como ministro bonaerense durante su tributo al sciolismo. Katopodis tendrá en sus manos el despliegue territorial, que por ahora está ceñido al territorio donde es jefe comunal. Uno de los 24 distritos del conurbano bonaerense.

La fascinación común por las ONG terminó por unir a estos dirigentes. La “amistad” –que ahora derivó en un acuerdo político común– se gestó en las cenas con que muchas de estas organizaciones recaudan fondos entre empresarios, profesionales y políticos, a quienes luego entregan distinciones por su labor profesional. Así nació la relación entre Massa y Pérez, aunque por entonces profesaban posturas políticas enfrentadas. Eso no impidió que Pérez fuera uno de los invitados al casamiento de Massa, que tampoco fue multitudinario. Para sumarse a los renovadores, Arroyo renunció a la presidencia de la ONG Poder Ciudadano, que también aportó no pocos de sus directivos al macrismo. En cambio, Arroyo conoció a Katopodis en su paso por la gestión sciolista, donde lo tuvo como subordinado en el Ministerio de Desarrollo Social que dirigía. De todas maneras, el vínculo con las ONG será parte del trabajo político de esta fracción de los renovadores.

Con más entusiasmo que tropa propia, apuntan a sumar “militancia” por fuera de los que hoy integran el Frente Renovador. Una tarea en la que ya comenzaron a sumar voluntades entre los ex CC-ARI que respondían al ex candidato a vicepresidente de Elisa Carrió en la provincia de Buenos Aires y que igual que Pérez rompieron con la chaqueña: el ex diputado bonaerense Pedro Simonini (Arrecifes), la ex senadora provincial María Isabel Gainza (Olavarría) y el ex diputado nacional por Córdoba Juan Carlos “Canco” Vega, un cuestionado abogado cordobés que presentó su campaña para la CC como defensor de los derechos humanos, aunque los organismos de derechos humanos locales lo acusan de “colaboracionista” de la dictadura y lo señalan como funcionario menemista.

Además se suman ex frepasistas que se alineaban al mendocino José Octavio Bordón, el ex candidato presidencial que compitió con Carlos Menem en 1995. Entre ellos, el ex senador nacional Pedro Del Piero, y Santiago Cantón, el ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA designado durante el gobierno de la Alianza y el gestor de la reciente gira de Massa por los Estados Unidos. Aunque el apoyo de Cantón sólo será de acompañamiento, ya que será difícil que abandone su trabajo en el Centro Robert F. Kennedy (RFK) para la Justicia y los Derechos Humanos.

Por ahora, la idea que manejan Pérez, Arroyo y Katopodis es introducir en la agenda de los renovadores algunos temas que son banderas de otras fuerzas políticas y generar un espacio que muestre otro perfil del massismo. Los ejes que se trazaron son “los proyectos vinculados con lo institucional y de controles sobre el Ejecutivo” y los de “igualdad e inclusión social”. Estiman que son conceptos que no están presentes en el debate y que quieren instalar entre los renovadores. Pero no será el único objetivo. Sus gestores reconocen que la “corriente interna” –así se definen– también servirá para disputar las candidaturas en 2015. Una muestra de que allí tampoco existe unanimidad de criterio ni resignación para dejar los propios de lado. El lanzamiento de este espacio está estimado para fines de abril y principios de mayo en un municipio bonaerense, aún sin precisar. Será el comienzo del blanqueo de los diferentes grupos y de sus proyectos políticos dentro del Frente Renovador.