Tradicionalmente en todo paro los números no suelen coincidir entre las partes en conflicto. Esta vez no fue la excepción. Mientras que para el gobierno bonaerense el reclamo realizado ayer por los docentes provinciales “no tuvo impacto y el 90 por ciento de las escuelas tuvieron actividad normal”, los maestros nucleados en el Frente Gremial Bonaerense aseguraron que la jornada de protesta “sin abandono de los puestos de trabajo” alcanzó una adhesión del 70 por ciento. El gobernador Felipe Solá vinculó el paro a la cercanía de las elecciones en la provincia y les pidió a los docentes que “corrijan su actitud”. “Desprecia el trabajo de los docentes”, le respondió el titular de Suteba, Hugo Yasky.
El paro de ayer es la primera de las medidas de fuerza que el Frente Gremial Docente planeó en su cronograma de protestas, cuyo principal reclamo es el aumento salarial para los maestros. “El gobernador reconoce que recortó salarios, que eliminó ruralidad, que congeló el escalafón”, señaló Yasky tras la jornada de huelga. El sindicalista recordó, además, que “Solá dijo hace un año que su asignatura pendiente era con los docentes y que lo primero que haría cuando la provincia empezara a caminar era recomponer nuestros salarios. Ahora resulta que en julio recompuso los sueldos de todos, menos de los docentes”.
El gobernador Solá, rápidamente, vinculó la medida de fuerza con la proximidad de los comicios provinciales, al sostener que “cuando se acercan las elecciones, aparecen estos reclamos de una manera mucho más frecuente, pero en verdad nada ha empeorado en la situación de los docentes”. Aunque no quiso evaluar personalmente el alcance del paro, fue su director de Educación y Cultura, Mario Oporto, quien dio la versión oficial. “El acatamiento fue muy bajo y hubo normalidad en las escuelas”, estimó luego de suscribir un acuerdo con representantes de la Unesco.
Para continuar con sus reclamos, el Frente Gremial compuesto por los docentes estatales de Suteba y la FEB y los privados de Sadop, ya adelantaron que el próximo 9 de setiembre convocaron a un paro total de actividades, como “contrafestejo” del Día del Maestro. También confirmaron que comenzarán una serie de protestas semanales a partir del 17 de setiembre, y que este lunes partirá la Caravana de la Dignidad, que recorrerá distintas localidades de la provincia de Buenos Aires para arribar el 29 del mes próximo a Mar del Plata, donde miles de maestros llegarán a bordo de un tren especial que partirá de Constitución.
Además del aumento salarial, los docentes reclaman que se les devuelva el recorte que desde junio de 2001 recae sobre sus haberes, debido a la Ley de Emergencia Económica que ya fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte provincial. “Por todo esto el 70 por ciento de los educadores vive bajo la línea de la pobreza”, denunciaron desde el gremio.
“Si no puede asegurarle un mínimo de 500 pesos mensuales a cada maestro bonaerense, Solá está incapacitado para gobernar”, afirmó el candidato a gobernador por la coalición Izquierda Unida-Partido Socialista, Jorge Rivas, quien remató: “Si no entiende algo tan elemental, que se dedique a criar vacas”. Por su parte, Solá ya había salido al cruce de las denuncias de los docentes aclarando que “no es que el Estado no valore su trabajo sino que, por el momento no pueden atender a sus demandas”.
Mientras los maestros realizaban sus reclamos en las aulas, el mandatario provincial ponía su firma a un convenio con la Unesco para lanzar el programa “Patios Abiertos”. Desde allí, Solá aclaró que no pedía a los docentes que finalizaran su protesta, pero que “si no vienen a colaborar el año próximo con este programa, lo haremos sin ellos, con madres, padres, voluntarios y líderes barriales”.