Desde Londres

El tribunal de Bow Street en Londres negó el pedido de libertad condicional a Haidi Soleimanpour. El juez Timothy Workman, a cargo del caso, dictaminó que el ex embajador iraní en Argentina debía permanecer bajo custodia policial hasta el próximo viernes 29 de agosto.
Sin la barba que lo caracterizaba cuando se desempeñó como embajador en Buenos Aires entre 1991 y 1994, con una gastada campera azul oscuro, compareció Soleimanpour ante el tribunal de primera instancia. El ex diplomático fue detenido el jueves en el nordeste de Gran Bretaña como consecuencia de la orden de captura internacional librada por el juez Juan José Galeano el pasado 13 de agosto.
La declaración de Soleimanpour se hizo en dos etapas. En la primera, que duró unos ocho minutos, Soleimanpour de 47 años confirmó su nombre y edad, y se le leyeron los cargos por presunta “conspiración en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)”, el 18 de julio de 1994. Su abogado defensor Shar Maireskandarai solicitó entonces que se suspendiera por una hora la sesión para poder hablar con su cliente, ya que apenas habían tenido oportunidad de hacerlo por la premura con que su bufete, Dean & Dean, debió hacerse cargo del caso.
Concluido el receso una hora más tarde, la defensa volvió con las uñas afiladas y acusó al gobierno argentino de motivación política y a la prensa nacional de estar promoviendo una campaña para obtener un chivo expiatorio del atentado contra la AMIA. “Hay una política de vendetta en Irán. Y también en Argentina donde el nuevo gobierno está tratando de afirmar su propia autoridad mediante este caso”, dijo el abogado. Con ojos muy abiertos e intensos y un pañuelo rojo que caía elegantemente sobre la solapa del saco, el abogado iraní solicitó en impecable inglés la libertad condicional de Soleimanpour, asegurando que no había razones para que se pudiera sospechar que intentaría escaparse de la Justicia. “Mi cliente era consciente de las sospechas que había sobre su persona. Lo sabe desde hace mucho tiempo y nunca intentó escaparse. Ni siquiera se encuentra ahora con un pasaporte diplomático que le otorgaría inmunidad. Tiene una visa de estudiante y está haciendo cursos de posgrado en la Universidad de Durham”, dijo Shar Maireskandarai.
El abogado reveló que la policía británica lo había visitado en tres oportunidades en lo que va del año. “La policía lo entrevistó en febrero, marzo y mayo y en las tres ocasiones le preguntó por las acusaciones que pesan sobre él por lo de la AMIA. Si hubiera querido se habría escapado en ese momento. No lo hizo. No lo hará. Por eso solicito que se le dé la libertad condicional”, indicó el abogado. Por su parte, el detective Keith Richardson, en representación del servicio de extradición de la Scotland Yard, señaló que los cargos que pesan sobre el ex embajador son demasiado graves y que su esposa y sus hijos están en Irán, de modo que, “la falta de lazos familiares y las acusaciones que se le hacen, hacen imprescindible que continúe bajo arresto para impedir su fuga”.
El juez finalmente dictaminó que el ex embajador permanecería bajo custodia policial y que debe comparecer ante el tribunal el próximo viernes 29 de agosto. Fuentes judiciales de Bow Street señalaron a Página/12 que esta primera instancia del proceso de extradición puede durar meses. El caso más sonado de los últimos años es el del ex dictador Augusto Pinochet. Pinochet fue arrestado en octubre de 1998. En marzo del 2000 el gobierno ordenó su libertad porque argumentó que no estaba en condiciones de salud mental para enfrentar un juicio. En ese año y medio el caso no había llegado a la primera instancia de apelación, la alta Corte de Justicia. Una primera insinuación de lo que puede ser este proceso la dio ayer el abogado defensor de Soleimanpour. Según el letrado de Dean & Dean, Soleimanpour podía tener inmunidad diplomática porque el atentado de la AMIA sucedió cuando se desempeñaba como embajador. Este argumento fue utilizado por la defensa de Augusto Pinochet y retrasó casi un año la iniciación del proceso de extradición.