Daniel Scioli aparece al frente de la intención de voto para presidente de la Nación de cara a 2015, sacándole una pequeña luz al postulante del Frente Renovador, Sergio Massa. En el tercer lugar se ubica el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Pero si se suman todos los candidatos del Frente Amplio-Unen –una suma que habrá que verificar si se da en la realidad–, esta fuerza superaría al líder del PRO. Dos detalles no menores: casi el 30 por ciento de los encuestados dicen que van a participar de la interna del Frente para la Victoria, que sumaría más electores que cualquier otra interna de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). El segundo detalle no menor es que todavía hay una amplia franja de indecisos, algo lógico teniendo en cuenta que falta más de un año para las PASO.

Las conclusiones surgen de una amplia encuesta nacional realizada por Aresco, la consultora que encabeza el sociólogo Julio Aurelio. En total se entrevistaron a 4002 ciudadanos de todo el país, una muestra de envergadura en la que se tuvo en cuenta la proporción por edad, sexo y nivel socioeconómico. El trabajo fue encargado por el equipo de Daniel Scioli y por eso sólo se testea al gobernador bonaerense como candidato del Frente para la Victoria. El sondeo remarca que Scioli mantiene una intención de voto estable, siempre registrando alrededor de un 20 por ciento de las adhesiones. En cambio –según manifiesta el trabajo de Aurelio–, el apoyo a Massa es más oscilante. Por ejemplo, estuvo en el 25 por ciento en enero, cuando todavía repercutían las rebeliones policiales y la devaluación, bajando cinco puntos en estos meses, hasta el actual 19,8 por ciento.

En el tercer puesto se encuentra Macri, con algo más del 14 por ciento de los votos y una situación en la que parece necesitar de alguna alianza para poder alcanzar un posible ballottage. Como señalan casi todos los consultores desde hace rato, el PRO no cuenta con un armado nacional que le permita un crecimiento en la cantidad de votos. Sin embargo, en el comando del jefe de Gobierno porteño están seguros de que en el próximo tiempo se va a producir un deterioro económico que producirá cansancio con el peronismo y, consecuentemente, un flujo de respaldos hacia Macri.

En el FA-Unen confían en que, como el año pasado, protagonizarán una interna atractiva en las PASO y ello los llevará a retener su electorado y colocarlos en el ballottage. Si se suman los candidatos del FA-Unen, el total superaría el 23 por ciento, es decir los pondría incluso por encima de Scioli y Massa. Lo que sucede es que no está probado que los votantes de Binner después de las PASO apoyen a Cobos si éste gana la interna o viceversa. Otro tanto pasa con los seguidores de Elisa Carrió: si pierde en la interna, habrá que ver si se seguirán inclinando por los candidatos que ella misma declaró que no votaría en algunos casos.

La cuestión de las PASO tiene su importancia. Todo indica que la interna del FpV será atractiva, con Scioli compitiendo con el gobernador entrerriano, Sergio Urribarri, el actual ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo y, tal vez, con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Habrá que ver en el año que falta si no surge otro u otros candidatos. A este cuadro hay que sumarle que, lo más probable, es que la Presidenta se abstenga de respaldar a alguno de los postulantes. También la interna de FA-Unen tendrá un fuerte atractivo: Cobos, Sanz, Binner y tal vez Carrió y Solanas asoman como presidenciables en una disputa de alto impacto. En cambio, en el Frente Renovador el resultado está cantado –nadie le disputará a Massa– y lo mismo ocurrirá con la del PRO con Macri.

En cualquier caso, la encuesta de Aurelio muestra el peso del FpV: casi el 30 por ciento dice que irá a votar en las PASO del oficialismo, más que en cualquier otra interna. Es lo que muchos llaman el núcleo duro, una proporción que apoya al oficialismo a capa y espada. Es lo que se expresó, por ejemplo, en la convocatoria del domingo de miles de militantes de Unidos y Organizados en el Mercado Central.

Por último, el sondeo de Aresco muestra un dato lógico: una de cada cinco personas dice que todavía no sabe por quién va a votar. En las elecciones presidenciales suele haber pocos indecisos, pero falta un año para las PASO, el tablero político se va a mover y para gran parte de la población, hablar de 2015 es hablar de un futuro alejado.

Fuente: Julio Aurelio Aresco

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