Los ministros de la Corte Suprema, junto a funcionarios de los gobiernos nacional y bonaerense, juristas y amigos, despidieron en el hall del Palacio de los Tribunales los restos de la jueza Carmen Argibay, fallecida el sábado. Con elogios a la personalidad de la jueza, el homenaje tuvo fuertes reconocimientos a los aportes que realizó para llevar una visión de género a la Justicia. El ministro Julio Alak reivindicó “la conducta intachable” de Argibay, mientras que el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, aseguró: “Ha sido un gran ejemplo”.

Lorenzetti agradeció a los familiares que hayan permitido despedirla en el Palacio de Tribunales. Allí estuvieron sus compañeros Elena Highton de Nolasco, Raúl Zaffaroni, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Juan Carlos Maqueda. También el presidente de la Asociación de Magistrados, Luis María Cabral; el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal; el ex fiscal Julio Strassera, entre otros.

“Ella me enseñó todo lo que sé sobre las cuestiones de género”, contó Highton de Nolasco al hablar en su doble condición de integrante de la Corte e integrante de la Asociación de Mujeres Juezas, donde participó junto a Argibay. “Desde que la conocí militaba por los derechos de la mujer, mucho antes de que se hablara de la cuestión de género.”

Lorenzetti agregó que “en estos diez años que hemos compartido ella estuvo siempre en las grandes batallas, en los grandes principios”. Eugenio Zaffaroni recordó a Argibay como “una compañera de muchísimos años”. El ministro coincidió con otros de los presentes en remarcar el “la contribución que hizo a la cuestión de género” y agregó: “Pero ahora me golpea en forma personal, estoy muy triste. Son esas vidas que son un poco un testigo de la vida de uno”.

Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados, habló en la apertura del homenaje, y recordó a la jueza como a una persona que “no sólo se ocupaba de las cuestiones públicas sino que también tenía una vida personal intensa, y un gran sentido del humor”.

El ministro Alak destacó a Argibay por haber “liderado un espacio de la mujer tanto en la Argentina como en el mundo”, y resaltó que esto fue de la mano de un fuerte compromiso con los derechos humanos. Su muerte, aseguró, será “una pérdida para el sistema democrático”.