EL PAíS › JULIAN DOMINGUEZ LANZO EN MAR DEL PLATA SU PRECANDIDATURA PARA 2015
El titular de la Cámara de Diputados se anotó entre los oficialistas que competirán el año próximo. Habló de la continuidad del actual proyecto nacional, de los desafíos para los próximos años y de su proyecto de llevar la capital a Santiago del Estero.
› Por Miguel Jorquera
Desde Mar del Plata
Con la presentación en sociedad del Grupo San Martín como think tank del “futuro del proyecto nacional”, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, se lanzó como precandidato presidencial del kirchnerismo, aunque de eso no se habla y solo está presente en los carteles “Julián 2015”. En el hotel de los lucifuercistas marplatenses, flanqueado por el titular de la Anses, Diego Bossio; los santafesinos María Eugenia Bielsa y Omar Perotti; una veintena de diputados nacionales, dirigentes del Partido Justicialista de distintos distritos, funcionarios y unos dos mil acreditados al acto, Domínguez buscó mostrar que es un aspirante sólido en la pelea por la candidatura presidencial del oficialismo. Una demostración que buscará rubricar el 17 de agosto en Santiago del Estero, donde quiere reunir a unas diez mil personas que respalden su iniciativa de trasladar allí la Capital, como motor del “desarrollo productivo” del “norte grande” y lejos del “centralismo portuario” de Buenos Aires.
“Cristina me conduce”, dijo Domínguez en la previa para no dejar dudas de que tributa a la continuidad del actual proyecto nacional y justificó sus aspiraciones en “el honor” que le prodigó el reciente congreso del PJ que lo colocó entre los precandidatos como vicepresidentes honorarios “para promover el debate”.
El video que inició el cierre del acto mostró su pertenencia al kirchnerismo, de donde rescató los “logros” de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner: el no al Alca en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, la política de derechos humanos con la recuperación de la ex ESMA, la baja de cuadros de los dictadores del Colegio Militar y su abrazo con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; la recuperación de las AFJP y de YPF, la Asignación Universal por Hijo y la ley de medios, entre otros.
Arriba del escenario, el presidente de la Cámara baja se mostró como claro precandidato. El Grupo San Martín –dijo Domínguez– estableció tres desafíos para los próximos años que exigen “un mandato institucional más como continuidad de los logros del proyecto”.
Los definió para “alcanzar en los próximos cuatro años el autoabastecimiento energético, no sólo que establezca la soberanía sino también su exportación”. “Llevar más allá de la duplicación la producción agropecuaria que se logró desde 2003 y alcanzar las 160 mil toneladas de producción de granos y oleaginosas que alcance para dar alimento a 450 millones de habitantes del planeta”. Además de que en 2016 (un pronóstico que le atribuyó a Roberto Feletti, presente en el acto) “Argentina tendrá el menor endeudamiento histórico en dólares con relación a su PIB”. “El próximo gobierno tendrá un mejor país que el que recibieron Néstor y Cristina”, sentenció Domínguez.
También envió mensajes hacia fuera y dentro del oficialismo. Se refirió “a los candidatos oportunistas que dicen cómo van a reprimir a los sectores populares en vez de promover soluciones de inclusión social”, en clara alusión al renovador Sergio Massa. En medio de propuestas a la tarea que deberá abordar el justicialismo, lanzó que “esta Argentina no se puede resignar a la política del mal menor” ni a los que definió como “candidatos televisivos”. Una alusión que todos los presentes leyeron como “dardos” para el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, dos de sus competidores dentro del oficialismo. Luego ratificó que “el movimiento obrero es la razón de ser de esta identidad política”.
Tampoco esquivó sus constantes referencias al papa Francisco, aunque reconoció que varios de sus colaboradores le sugirieron no hacerlo. “Hoy tenemos un papa latinoamericano porteño y argentino y que ha suscripto desde siempre la doctrina social de la Iglesia, a la que tributamos”, señaló.
También se explayó sobre su proyecto de trasladar la capital del Estado nacional a Santiago del Estero, “para el desarrollo productivo del Norte grande” donde “las 600 fortunas más importantes de la Argentina tienen inversiones”. “En Europa ya hablan del Chaco sudamericano como uno de los sectores de recursos productivos, que abarca el norte argentino, el sur de Brasil, Bolivia, Paraguay y parte de Uruguay”, sostuvo.
Repasó la frustrada historia de Artigas de plasmar la capital de las Provincias Unidas fuera del puerto porteño, el veto de Sarmiento al traslado de la capital –votado por el Congreso– a la cordobesa Villa María y hasta el intento alfonsinista de instalarla en la unión sureña de las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones. Ahora, Domínguez, como candidato, va por otro intento.
“La política debe ser la administración de la defensa de los pueblos y no la administración de los intereses concentrados de la sociedad”, clamó Domínguez para sellar su discurso donde se definió como parte de “la generación de la democracia”.
Abajo aplaudían dirigentes aliados y seguidores del nuevo aspirante kirchnerista a la candidatura presidencial en 2015.
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