La postura del gobierno argentino en el litigio ante los fondos buitre en la Justicia norteamericana sigue concitando apoyos en el frente interno. Mientras que el oficialismo se encolumna detrás de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y un grupo de dirigentes kirchneristas propuso la creación de un “frente único” que convierta el asunto en una “causa nacional”, incluso el dirigente radical Ricardo Alfonsín reconoció que “el gobierno nacional ha dado pruebas suficientes de su voluntad de hallar una solución al conflicto con los holdouts”.

El diputado y ex candidato presidencial de la UCR respaldó la postura oficial al sostener a través de un comunicado que “el juez Griesa ya no tiene razones objetivas para negarse a reponer la cautelar” que suspendería la ejecución del fallo hasta alcanzar un acuerdo. “El stay no implica riesgo alguno para los fondos buitre y, en cambio, ofrece el tiempo necesario para un acuerdo que evite costos mayores para los argentinos”, sostuvo.

Por su parte, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, exhortó “a todas las fuerzas políticas” a “defender la soberanía del país ante los buitres” y aseguró que el Gobierno actúa “con madurez y sensatez para cumplir con todos los acreedores”. El precandidato presidencial del Frente para la Victoria agregó: “Los dirigentes de todo el arco político tenemos que estar a la altura de las circunstancias y ponernos de acuerdo en cuestiones que creo nadie debería oponerse, porque tienen que ver con la soberanía”.

También se manifestaron en ese sentido los diputados oficialistas Roberto Feletti y Héctor Recalde. El ex viceministro de Economía sostuvo que si Griesa frena el pago a los bonistas reestructurados perjudicará “el derecho de propiedad privada” y podría generar “una situación grave y delicada para el sistema financiero internacional”, mientras que Recalde destacó que “el gobierno argentino ha demostrado una vez más que cumple con sus compromisos y paga sus deudas”.

Por último, el espacio kirchnerista Convocatoria Popular llamó a formar un frente para resistir “a todo intento de golpe financiero”. Eso “debe convertirse en una causa nacional que congregue a los poderes institucionales, organizaciones sociales, sindicales, culturales y políticas en torno de un frente único”, según el comunicado que difundieron ayer.