Fue apenas un té y media hora de charla sobre temas de “gestión”. El encuentro entre el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el diputado nacional del Frente para la Victoria y aspirante a sucederlo, Martín Insaurralde, fue ayer por la tarde en el piso 19 de la sede porteña del Banco Provincia y no hubo definiciones ni pronunciamientos sobre las versiones de un posible pase de Insaurralde al massista Frente Renovador. Desde el sciolismo les bajaron el precio a las expectativas “desmesuradas” que originó el encuentro e insistieron en que en la charla “no se habló de política”. El propio Insaurralde se ciñó al mismo libreto al término de la reunión y aseguró que “habrá tiempo, el año que viene, a principio de año, de comenzar hablar de esa agenda a futuro”, aunque respaldó las negociaciones con las que “la Presidenta y el ministro de Economía están trabajando para ver cómo seguir devolviendo a la Argentina a los mercados internacionales”.

“No se habló de política”, aseguraron los hombres cercanos al gobernador y enmarcaron la reunión en la “muy buena relación humana” que existe entre Scioli e Insaurralde. Atrás quedó la frase con que el gobernador respondió el viernes pasado a los periodistas que lo consultaron sobre el futuro político de Insaurralde: “Vamos a tomar un café para hablar con mucha madurez y responsabilidad”, dijo entonces Scioli. El encuentro, con té por medio, se produjo apenas tres días después, duró 30 minutos, se habló de “gestión” y no hubo definiciones políticas sobre el encolumnamiento futuro de Insaurralde, al que al diputado le gusta agregar suspenso.

La agenda habría incluido el “conflicto docente, la puesta en marcha de las policías municipales, salud y la gestión en Lomas de Zamora”, el distrito de Insaurralde. Sin definiciones políticas, desde el sciolismo prefirieron bajarles las expectativas “desmesuradas” a la reunión y buscaron ahuyentar los fantasmas de una fuga de Insaurralde al massismo. “Son versiones. Si nos tenemos que guiar por lo concreto, cada vez que aparecen esas versiones, Insaurralde se vuelve a mostrar con Scioli más allá de la foto (que esta vez no hubo). Siempre se mostró como un hombre de este espacio y nunca habló de irse”, dijeron a Página/12.

“Hablamos del paro en las escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires, donde más de tres millones de chicos quedaron sin clase. El gobernador estaba muy preocupado y yo le transmití que para nosotros es también una gran preocupación, igual que la creación de las policías locales”, dijo Insaurralde al abandonar la sede del Bapro.

Aunque no pudo evitar la pregunta sobre si abordó en la agenda con el gobernador el tema de su futuro político, Insaurralde ensayó una gambeta. “No estaría mal hablar de política, pero me parece que hoy la Argentina merece dirigentes que estemos abocados a la solución de los problemas. Habrá tiempo el año que viene, a principios de año, de comenzar a hablar de esta agenda a futuro –respondió–. Sería una irresponsabilidad mía hablar de espacio a competir o cómo son las candidaturas”, repitió ante la insistencia periodística. Insaurralde no abandona su campaña política, con afiches y pintadas con el logo del mapa bonaerense que lleva dentro sus iniciales (MI) sin identificación partidaria.

Después envió un guiño al kirchnerismo. “Hoy nos aboca como dirigentes políticos hablar de los problemas de la gente, y hoy los problemas de la gente son la educación como la inseguridad; también este escenario, cómo la Presidenta y el ministro de Economía están trabajando para ver cómo seguir devolviendo a la Argentina a los mercados internacionales, y bueno, arreglar todo lo que sea bueno para Argentina”, afirmó Insaurralde.