EL PAíS › ENTREVISTA A JULIO COBOS, PRECANDIDATO PRESIDENCIAL DE LA UCR
El diputado nacional rechazó un acuerdo nacional con el PRO y le reclamó que no lo ponga como condición para lograr acuerdos en las provincias. Además, insistió en que Boudou debe apartarse del cargo y desestimó las críticas del oficialismo cuando él ocupaba esa función.
› Por Sebastian Abrevaya
En 2013, Julio Cobos había participado de tres maratones. Este año, entre la campaña nacional y los viajes a Buenos Aires para cumplir con su tarea parlamentaria, el diputado radical no pudo repetir su costumbre de competir. Para no perder del todo ese hábito, sin embargo, tiene prevista una alternativa que le permitiría mantenerse como el precandidato del Frente Amplio Unen en mejor estado, tanto físico como político. “Me bajo, corro una horita y después sigo”, dice Cobos en alusión a sus viajes a bordo del cletomóvil, el micro con el que recorre la Ruta 40. En un pequeño alto en su actividad producto del fallecimiento del intendente de Mendoza, Víctor Fayad, Cobos dialogó con Página/12 de la situación del Frente Amplio Unen, rechazó un acuerdo con el PRO a nivel nacional y le reclamó al vicepresidente Amado Boudou que se aparte del cargo. “Una cosa son las diferencias políticas y otra cosa es el tema que raya con la corrupción”, responde el aspirante presidencial sobre las críticas del kirchnerismo, que lo acusa a él de haber alterado el funcionamiento del Senado cuando votó en contra de su propio gobierno.
–El Frente Amplio Unen se lanzó en abril y todavía se sigue discutiendo el acuerdo con el PRO. ¿Cómo lo van a resolver?
–Estamos tratando de poner una definición. El tema Macri nos hace mucho daño. Lo que pretendemos es que esta suma de representatividad se transforme en una suma aritmética. Para ello tenemos que demostrar coherencia, vernos juntos, generar confianza entre nosotros para irradiarla hacia afuera, mostrar un equipo. El que gana, gana, y los demás formarán parte del gobierno.
–La semana pasada el intendente Alfredo Cornejo planteó que tiene que haber un acuerdo nacional con el PRO. Es un hombre de su confianza...
–Sí, bueno, pero a ver... cada uno está viendo el tema a nivel provincial. El PRO lo que hace es decir: “Los apoyamos pero traten de alguna manera de que vayamos juntos”. Eso origina problemas. Si las elecciones provinciales fueran separadas es una cosa, pero cuando van juntas ahí se da la presión del PRO. Si quieren adherir a nuestros candidatos que adhieran, pero que no pongan esas condiciones.
–Algunos en el PRO dicen que no quieren competir con Macri porque tienen miedo de perder en la primaria...
–Yo no tengo miedo de eso. Mi miedo es si esto sirve o no. El radicalismo se dividiría, esa es la realidad. El socialismo no lo acepta, Proyecto Sur y Libres del Sur tampoco. La Coalición Cívica puede ser la más permeable, aunque si los escuchás, marcó diferencias, por ejemplo, con el tema del traslado de la estatua de Colón. ¿De qué nos sirve un acuerdo con Macri? Nosotros ya decidimos, lo que tenemos que hacer es consolidar esto.
–¿Y cómo se consolida si sigue habiendo diferencias, por ejemplo con Carrió, que no fue a Jujuy porque dijo que era irresponsable hacer campaña cuando estaba por definirse el tema del default?
–Son cosas que después las hablamos entre nosotros y que tenemos que ir corrigiendo. Si no hacen mal al conjunto. Alguien tiene que ceder, es la tolerancia la base de los acuerdos de partidos políticos.
–¿Se imaginan un escenario de primera vuelta o de ballottage para 2015? ¿Con quién?
–No hay ninguno que gane en primera vuelta. Falta todavía un año. Creo que el que seguramente va a estar en primer o segundo lugar es el Frente para la Victoria. Tiene una gran variedad, un núcleo muy duro que le da un piso, pero también tiene un techo bajo.
–¿A la UCR no le conviene llevar un solo candidato?
–El oficialismo también tiene muchos candidatos. Lo que pasa es que lo nuestro siempre se ve más. Vamos a ver si se va decantando y si no lo importante es que la suma de las partes se transforme en un todo.
–La oposición insiste en que el vicepresidente debe pedir licencia o renunciar a su banca. ¿Usted coincide?
–Sí, porque una cosa es tener legalidad y otra es tener legitimidad. Que funcione el Senado con la mayoría oficialista sólo no alcanza. Esta nueva causa viene a echar un granito más a la ya complicada situación. Aunque este supuesto delito no tiene nada que ver con la función pública la persona es la misma.
–El kirchnerismo responde que Boudou no tiene condena y que se lo está prejuzgando...
–Es cierto que no tiene condena pero son muchas causas. Y además ha habido obstáculo a la Justicia. Le costó la carrera al procurador, se apartó a un juez y al fiscal. Se estatizó la empresa cuando no estaba en las previsiones del Gobierno hacerlo. Desde el poder hay que allanarse a la Justicia y no decir que son todas conspiraciones.
–El senador Ruperto Godoy recordó que según la ley de fueros el juez puede seguir investigando y que la única inmunidad que tendría Boudou es de arresto. ¿Cuál sería la diferencia si pide licencia?
–La situación es incómoda. Incomoda a los propios funcionarios y legisladores. Pichetto no salió a defenderlo, cuando el que cierra el debate siempre hace una férrea defensa. A veces las formas importan más, si hubiera tenido otra forma de proceder, de dar explicaciones.
–El Frente para la Victoria también sostiene que usted afectó el funcionamiento institucional cuando votó en contra del Gobierno con la Resolución 125. ¿No era también una situación “incómoda”?
–Una cosa son las diferencias políticas y otra cosa es el tema que raya con la corrupción. El límite es muy claro. Además, uno resolvió un conflicto y el otro lo está creando.
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