Después de proponer un acuerdo electoral con el macrismo y desatar un escandaloso debate interno en el FA-Unen, Elisa Carrió no da respiro a sus socios políticos que rechazan la idea de aliarse con el PRO. “Voy a seguir trabajando y luchando para construir el acuerdo más amplio posible para terminar con el PJ mafioso”, exclamó la chaqueña. “Ahora, de pronto hay propuestas que son más una provocación que una ayuda al espacio, porque hace meses que estamos hablando si Macri sí o si Macri no”, se quejó Fernando “Pino” Solanas. La discusión entre los dos referentes porteños de la coalición saturó la paciencia de sus socios. “Forman parte de la política farándula, que es un poco la cultura política de la Capital Federal”, dijo sobre ambos la diputada socialista Alicia Ciciliani, que también replicó la opinión de Hermes Binner de cerrarle el paso al macrismo. Otro de los presidenciables del FA-Unen, el radical Julio Cobos, estimó “prácticamente imposible” sumar al PRO y sugirió Carrió “medir” sus expresiones, “pensando no solamente en uno sino en todo el espacio”.

La discusión sobre la política de alianzas tiene a maltraer a los integrantes del FA-Unen. La foto del domingo de cuatro de los cinco presidenciables del espacio en Mendoza –Carrió, Cobos, Binner y Ernesto Sanz–, en la que sólo faltó Solanas por problemas de salud, no alcanzó para distender el enfrentamiento. Los cruces siguieron ayer.

“Tiene que haber una gran alianza de gobernabilidad republicana que incluya la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción”, insistió Carrió para fundamentar el acuerdo con el PRO. “Lamentablemente, los cortocircuitos o este tipo de cosas invaden el contenido del discurso que estamos planteando”, replicó Solanas.

Reducidos a actores de reparto que opinan sobre la disputa –que estiman– porteña, sus socios dejaron sentado su disgusto. “Creemos que son dos personalidades importantes, pero que cumplen un rol en la política argentina de aporte desde el Congreso, muy interesante, pero realmente forman parte de la política farándula, que es un poco la cultura política de la Capital Federal”, sostuvo Ciciliani. “Los provincianos no estamos muy acostumbrados” a las polémicas generadas por Carrió y Solanas con respecto a una eventual alianza con el macrismo, insistió la socialista santafesina. “Creemos que eso daña y hay que cambiar el eje”, sentenció.

“Para nosotros no es una opción, ni siquiera es un problema”, ratificó Ciciliani, que expresa las opiniones de Binner dentro del PS. “El modelo que queremos llevar al Frente Amplio Unen es el Frente Progresista de Santa Fe, donde no están los sectores del peronismo, ni el PRO”, afirmó.

Cobos también mostró su malhumor por la discusión. “No hablamos de ese tema y no quiero hablar más de si Macri sí o si Macri no. Estamos gastando un esfuerzo muy grande, y con todo lo que está pasando en el país no sé qué grado de interés puede generar esto en la ciudadanía”, dijo el mendocino. Insistió en la necesidad del FA-Unen de “consensuar diferencias” y “transmitir una propuesta concreta a la ciudadanía antes de diciembre”, en vez de “desviar esfuerzo en forma innecesaria” y “tirar por la borda lo que con tanto esfuerzo construimos desde el 22 de abril”.

El mal augurio sobre el futuro del FA-Unen llegó esta vez de la mano de un ex integrante del espacio que se convirtió en legislador porteño con el respaldo de Carrió y Solanas: el titular de La Alameda, Gustavo Vera. “Es muy obvio que este sector tiene una posición política tomada; es cuestión de tiempo la alianza con el PRO”, sentenció Vera y dijo que aceptó unirse a Carrió y Solanas “porque son dos personas sin prontuario”, pero sostuvo que “después de terminada la campaña, viene el síndrome del que va primero”. “Es como en una separación de pareja, en este momento están discutiendo quién se queda con la casa”, ilustró Vera.