Como si al FA-Unen le hiciera falta algo para fraccionarse en distintas posiciones, la decisión de la presidenta Cristina Kirchner de enviar al Congreso un cambio de jurisdicción y un nuevo canje de deuda para los bonistas dejó de nuevo al descubierto las contradicciones en la alianza opositora. “¡Tontos... tontos... tontos! Los domina el kirchnerismo y les impone la agenda”, escribió la diputada Elisa Carrió en su página de Facebook, englobando en sus críticas a propios y a extraños. El secretario general de Libres del Sur, Humberto Tumini, les reclamó a sus socios en el FA-Unen que muestren una posición diferente a la del macrismo porque “somos un frente progresista”. En tanto, un grupo de dirigentes radicales, varios de ellos convencionales, envió una carta a la titular de la Convención Nacional de la UCR, Lilia Puig de Stubrin, reclamando un urgente debate para discutir sobre los proyectos de ley.

Una vez más, Carrió buscó marcar diferencias. En un texto que subió a las redes sociales, marcó los proyectos del Gobierno como una “trampa” en la que busca hacer caer al resto de las fuerzas políticas. “La estrategia de Cristina, de mandar la ley para cambiar el domicilio de pago, es una trampa tendida a toda la oposición para identificarlos con los buitres. Mi decisión fue no entrar en esa guerra ni en esa trampa. Que suba y caiga sobre su propia estrategia”, escribió allí.

Opinó sobre la propuesta elaborada por Sergio Massa. “El proyecto de Massa es igual al de Cristina, sólo que en vez de ser el Banco Nación, es París u otra plaza europea. Igual habrá desacato. El inspirador de la propuesta del Gobierno y de Massa es Roberto Lavagna. Lo único que va a lograr la oposición con esta postura es que ella los acuse de ser golpistas junto con Griesa, ante la OEA”, consideró. Y cerró: “Los diarios y el establishment apuran, para ellos la noticia es más importante que la estrategia. Yo quiero la Unidad Nacional, la República y la Paz. No me voy a prestar al juego, ni del gobierno, ni del establishment”.

Tumini ya había salido a expresar su apoyo a la propuesta del Gobierno. Sin embargo, después la fuerza no lo acompañó. “No debiéramos los dirigentes y partidos de Unen posicionarnos como el macrismo; defendemos otros intereses, no somos la derecha imbricada con los sectores financieros mundiales desde la dictadura y Martínez de Hoz a la fecha; somos un frente progresista”, declaró ayer el referente de Libres del Sur. A su entender, el FA-Unen, a diferencia del macrismo, defiende aquellos “intereses nacionales que una y otra vez fueron agredidos por los sectores financieros que expresa el PRO”. Hizo un análisis del jefe de Gobierno porteño desde lo ideológico, evidentemente enfrentado a los dirigentes del FA-Unen, que no descartan una alianza electoral en 2015. “Mauricio Macri fue, nunca lo ocultó, convencido menemista. Es decir que acordó plenamente con la estrategia económica de aquel presidente justicialista, que llevó al doble la deuda externa argentina”, reseñó.

La otra disidencia en la postura del FA-Unen la marcó el grupo de dirigentes radicales que reclamó un debate abierto. Para eso solicitaron una convocatoria de carácter urgente a la mesa de la Convención Nacional, con la idea de que participen también autoridades de la OTR (Organización de Trabajadores Radicales), la Franja Morada y la Juventud Radical. El objetivo de la convocatoria promovida por el ex senador Leopoldo Moreau, entre otros convencionales nacionales, es generar “un amplio debate sobre el accionar de los fondos buitre y el proyecto de ley para el pago soberano de la deuda externa”. La solicitud lleva además la firma de Diego Barovero, Ciro Ebi, Walter Chaparro y Nilda García.

El pedido se produce a pocas horas de que la cúpula partidaria anunciara que el partido votará en contra de la iniciativa del Ejecutivo, sumándose a la decisión adoptada por el macrismo y otras fuerzas.

La determinación fue anunciada ayer por el titular de Comité Nacional, Ernesto Sanz, tras un plenario de los bloques parlamentarios de la UCR, en Córdoba. Lejos de la posición de la cúpula partidaria se ubicaron Moreau, los legisladores nacionales Eduardo Santín y Eugenio “Nito” Artaza, y Leandro Santoro, referente de la agrupación radical Los Irrompibles.