Gestión y esfuerzo fueron ayer los temas más recurrentes del discurso de un Daniel Scioli que, en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, hizo un balance de sus siete años al frente de la provincia de Buenos Aires. El repaso sonó también al cierre de una etapa con el tono de quien sólo espera alcanzar un nuevo lugar. El acto estuvo teñido del naranja sciolista, aunque evitó transformarse en un relanzamiento para las elecciones de 2015 como precandidato del oficialismo. Con una dosis de picardía, Scioli pidió “poner las cosas en su justa dimensión” a la hora de comparar mandatos de cara a la campaña: “Una cosa es gestionar 26 puertos”, sostuvo el gobernador, y otra “administrar el Puerto de Frutos de Tigre”, en referencia al diputado nacional y líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

Fue una hora y veinte minutos cargada de referencias a sus “logros”, en los que le agradeció a su equipo de gobierno, que “fue fortaleciéndose en medio de las dificultades”. “Los valores que quiero que hoy nos unan más que nunca, son la fuerza con la que hemos logrado hacer crecer y reforzar a nuestra provincia”, señaló el gobernador bonaerense. “Juntos obtuvimos logros, asumimos los desafíos de cada momento, resolvimos problemas estructurales y mejoramos fundamentalmente la administración del Estado”, agregó.

Lo acompañaron, además de su esposa, Karina Rabolini, un grupo de funcionarios, legisladores e intendentes, entre los que estuvieron su vicegobernador, Gabriel Mariotto; su jefe de Gabinete, Alberto Pérez; el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Horacio González; y los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza; de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y de La Plata, Pablo Buera.

Mostrando su sintonía con el gobierno nacional, Scioli consideró que se vive “un momento en el que todos tenemos que colaborar, cuidar el empleo y la gran reindustrialización y la recuperación de los sectores productivos que se han dado en nuestro país en estos últimos años”. “Si juntos el Estado, los empresarios y los trabajadores con los gremios fuimos capaces de protagonizar el mayor crecimiento y recuperación de la Argentina en estos últimos diez años, juntos, con mucha responsabilidad social, tenemos que encarar los desafíos futuros”, expresó.

En ese sentido, remarcó que, si en medio de la campaña para la presidencia “el desafío es analizar quién hizo más y quién gestiona mejor”, entonces hay que poner “las cosas en su justa dimensión”. Scioli puntualizó así que Buenos Aires “tiene más habitantes que la suma de 20 de las 24” provincias argentinas y que, al ser la jurisdicción más grande, también es “la responsabilidad más grande”.

“Una cosa es gestionar 26 puertos de la provincia de Buenos Aires y otra cosa es administrar un lugar que nos gusta mucho con Karina que es el Puerto de Frutos de Tigre”, comparó el gobernador bonaerense en relación con la gestión de Massa, ex intendente del partido de Tigre.

Sin ánimos de confrontar con él, Scioli aclaró que su comentario era “una cosa de humor” y que esperaba que el diputado nacional –y uno de sus principales rivales de cara a 2015– no se enojara.

Rutas pavimentadas, la planificación de un nuevo puerto, de autopistas, construcción de casas a través del plan Pro.Cre.Ar del gobierno nacional e inversión en equipamiento para los hospitales tuvieron, entre otras acciones, su lugar en el recuento de gestión de Scioli. Con su enumeración de puntos destacados en materia de economía, desarrollo social, deporte y obra pública, Scioli empezó a despedirse de la provincia de Buenos Aires, que gobierna desde 2007. “A aquellos que quieran gobernarla en un futuro”, añadió en referencia a las aspiraciones que expresaron Mariotto y Espinoza, “les puedo asegurar que van a encontrar una provincia con grandes transformaciones”.

Respecto de los avances a nivel municipal, Scioli también señaló que celebra que “los mejores intendentes puedan lucirse en su gestión”, pero pidió un reconocimiento a las acciones articuladas que se realizaron tanto desde la administración provincial como desde el gobierno nacional. “Hemos contribuido humildemente mucho junto a nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner para que así sea”, resaltó.

“En esta última etapa de nuestro mandato, esperen de mí la misma vocación de diálogo, con más experiencia seguramente y más madurez, y la voluntad que tuve toda mi vida para profundizar lo que hicimos bien y corregir con mucha humildad y comprensión lo que pueda mejorarse”, reflexionó el mandatario provincial ya en el tramo final de su discurso.

Finalizó con el estilo conciliador que siempre pregona y aseguró estar convencido de que “a nivel provincial y a nivel nacional” el “verdadero cambio no es cambiar todo y volver a empezar”.