EL PAíS › QUIENES SON Y CON QUIEN JUEGAN LOS LEGISLADORES NACIONALES QUE PROVIENEN DE LA ACTIVIDAD GREMIAL
Tras la división de la CGT y la CTA, una decena de diputados y un senador se alinean con Massa, Scioli, Domínguez o CFK.
› Por Miguel Jorquera
Los dipusindicalistas no son muchos ni tienen el peso político de otros tiempos en el Congreso, aunque lo añoran. Fraccionados en cinco centrales obreras y diseminados en distintos bloques políticos, al menos una decena de diputados de origen sindical juegan sus propias fichas con distintos candidatos presidenciales para 2015, donde incluso arriesgan la base gremial que le dio sustento a su proyección política. Todo en medio de internas gremiales y alineamientos políticos por dentro y fuera de cada una de esas estructuras, dibujando un intrincado mapa que en el Parlamento también se disputan oficialistas y opositores, y que terminó reflejado en las votaciones frente a los últimos proyectos del Gobierno.
El moyanismo apuesta por igual a la oposición massista y al oficialismo sciolista, con lo que el líder camionero y pope de la CGT opositora, Hugo Moyano, esta vez no puso todos los huevos en una sola canasta. Desde la vereda de enfrente lo definieron en términos lúdicos: “juega a color”, una apuesta de la ruleta con solo dos opciones, y en ambas Moyano tiene fichas propias. El canillita Omar Plaini y el peajista Facundo Moyano son los dos únicos integrantes del bloque que lleva el nombre del partido que Hugo forjó tras romper con el Gobierno –Cultura, Educación y Trabajo–, pero bajo cuyo techo ya no conviven.
El canillita se acercó a Daniel Scioli, a quien definió como “el continuador” del proyecto iniciado en 2003 con Néstor Kirchner y “capaz de hacer las correcciones” que ahora le critica. “El MTA fue el primero que se movilizó en contra el FMI y el Banco Mundial, cómo no voy a apoyar la lucha contra los fondos buitre”, sostuvo sobre la Ley de Pago Soberano. “Tampoco voy a respaldar a los empresarios que nos vinieron a pedir a los diputados sindicales el voto en contra de la ley de abastecimiento cuando fueron ellos los que votaron la precarización laboral en los ’90”, agregó para explicar ante Página/12 por qué dio quórum y respaldó los proyectos oficialistas. El líder del sindicato de peajes, en cambio, privilegió su alineamiento político: Facundo sólo dio quórum en la primera de las sesiones pero cuestionó duramente al Gobierno para fundamentar el voto en contra de ambas leyes, en sintonía con el massismo.
La otra pata del moyanismo en el Congreso tiene banca de senador: Guillermo Pereyra, el petrolero de Neuquén, segundo de Moyano en la CGT y encolumnado con Sergio Massa. Tras el fracaso de su alianza bonaerense con el empresario Francisco De Narváez, Moyano festejó junto a Pereyra su consagración como senador tras vencer en la interna del Movimiento Popular Neuquino (MPN) al gobernador Jorge Sapag, a quien aspira a suceder.
Pero un año después, Sapag lo venció en la interna por la conducción del MPN. A pesar de su alineamiento con Massa, Pereyra optó por un camino propio en el Congreso. Votó a favor la Ley de Pago Soberano y ordenó a los dos diputados de su bloque que hicieran lo mismo. El acuerdo que la Presidenta selló con los gobernadores de las provincias productoras sobre el proyecto para la nueva ley de hidrocarburos contribuyó a que los dos diputados del MPN que le responden aportaran al quórum para la Ley de Abastecimiento, aunque después se dividieron entre la abstención y el voto negativo.
Pereyra es el dirigente gremial del massismo en el Senado, al que le reconocen juego propio. En Diputados, el hombre de Massa es Héctor Daer, el dirigente de la alimentación cuyo gremio milita en la CGT oficial que conduce el metalúrgico Antonio Caló. Sin base territorial propia, Daer es el encargado de armar la pata sindical del massismo. En esa tarea consiguió que el dirigente de la Federación de Petroleros Privados, Alberto Roberti, que llegó a la Cámara baja en la lista de De Narváez en 2011, fuera el primero en pegar el salto al bloque renovador.
Su alineamiento con Massa no estuvo acompañado de la fortuna sindical. Luego de mantener intervenido por más de seis años el sindicato de Santa Cruz, la flamante conducción surgida de elecciones resolvió en una masiva asamblea en Caleta Olivia, de la que participaron unos 6000 petroleros, desafiliarse de la federación con duras críticas a Roberti, que ya no recibirá el aporte de diez mil petroleros santacruceños.
A Facundo Moyano ya lo cuentan como propio aunque el hijo del camionero todavía no se sumó al bloque massista y tampoco está claro el papel que los renovadores le asignarán en las listas de candidatos, al que ya midieron con encuestas en distintos distritos bonaerenses.
Tres diputados del FpV –el metalúrgico Carlos Gdansky, el mecánico Oscar Romero y el petrolero Juan Dante González– trabajan en el Movimiento San Martín, que sustenta la precandidatura presidencial del titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Aunque Gdansky, un dirigente histórico de la UOM y la CGT de La Matanza, decidió jubilarse el año pasado “para facilitar la renovación generacional” –según admitió a este diario–, sigue siendo un referente del sindicalismo matancero. Alineado con el intendente Fernando Espinoza, Gdansky lo acompañará en su candidatura a gobernador. Si el jefe comunal ratifica su aspiración, el metalúrgico estaría dispuesto a disputar esa intendencia.
Romero está encolumnado políticamente con Domínguez pero aspira a consolidar su trabajo dentro de Smata. González, que dirige a los petroleros privados de Cuyo, también, aunque hará pesar su fuerza sindical en la interna mendocina por la sucesión del gobernador Francisco Pérez.
Entre los enrolados en la CTA que conduce Hugo Yasky también comienzan a defininirse posturas. Edgardo Depetri dará pelea por la conducción nacional de ATE, hoy en manos de la CTA disidente de Pablo Micheli, mientras que el Frente Transversal que conduce apuesta a consolidar una propuesta única del kirchnerismo duro dentro de Unidos y Organizados. La docente misionera Stella Maris Leverberg privilegia el trabajo del sindicato docente que dirige (UDPM) dentro de Ctera y mantener “la experiencia transversal kirchnerista” en Misiones. Ninguno se ha pronunciado por alguno de los presidenciables K.
El diputado fueguino Oscar Martínez, secretario general de la UOM de Río Grande, acompaña la mayoría de las iniciativas del oficialismo en el Congreso, a donde llegó con partido propio: el Movimiento Solidario Popular. Una estructura que servirá de base para el flamante Frente de Gremios (privados y estatales) de Tierra del Fuego que buscará competir políticamente por cargos legislativos y hasta por la gobernación en 2015.
El estatal Víctor De Gennaro lanzó su candidatura presidencial por la Unidad Popular, una estructura política forjada alrededor de la CTA disidente y con el apoyo de otras organizaciones menores que también rompieron con el FAP y el Movimiento Proyecto Sur que privilegiaron sus alianzas con el radicalismo. Su bloque también se diferenció de sus ex socios políticos y a pesar de sus críticas no votó en contra de las leyes de Pago Soberano y de Abastecimiento, y se definió por la abstención.
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