El gobierno argentino consiguió un nuevo respaldo internacional en su disputa contra los fondos buitre. Esta vez fue la Cumbre Iberoamericana que sesionó ayer en Veracruz, México, donde sus países miembro aprobaron por unanimidad un “comunicado especial sobre reestructuración de deuda soberana”. En el texto reivindican “el derecho de todo Estado a renegociar la reestructuración de su deuda soberana, el cual no debe verse frustrado u obstaculizado por grupos minoritarios tenedores de títulos no reestructurados de deuda soberana”. Por otro lado, aunque ya es más habitual, también sacaron un documento sobre la cuestión Malvinas.

El tema fue tratado en la cumbre a propuesta argentina. El plan original era que la comitiva la encabezara la presidenta Cristina Kirchner –sería su retorno a estas cumbres motorizadas por España luego de varios años–, pero los médicos le desaconsejaron viajar hasta México, para que completara de forma adecuada su recuperación de la infección intestinal que sufrió días atrás. Así, la delegación fue encabezada por el canciller Héctor Timerman, quien se mostró “profundamente satisfecho” por el resultado del encuentro.

Timerman expresó que el apoyo unánime de los países iberoamericanos “es de significativa importancia en momentos en que en las Naciones Unidas se están realizando preparativos para iniciar, a partir del 1º de enero de 2015, la negociación de un marco legal internacional para los procesos de reestructuración de deudas soberanas”.

El texto aprobado por los presidentes reunidos en Veracruz consta de cuatro puntos:

1 Demandan que los acuerdos alcanzados entre acreedores y deudores en el marco de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas sean respetados;

2 Expresan su más absoluto rechazo a la actitud de aquellos grupos, cuyo accionar obstaculice el logro de acuerdos definitivos entre deudores y acreedores y ponga en riesgo la estabilidad financiera internacional;

3 Reafirman su solidaridad y apoyo a la República Argentina en la búsqueda de una solución que no comprometa su desarrollo y el bienestar de su pueblo, en consonancia con sus políticas de desarrollo nacional;

4 Manifiestan su voluntad de seguir trabajando en mecanismos multilaterales, involucrando a todas las instituciones competentes sobre la reestructuración de la deuda soberana. En particular, destacan, entre otros, el proceso de negociaciones abierto a partir de la resolución 68 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Timerman interpretó que cada vez son más países los que se pliegan a la propuesta presentada por el G-77 + China para que las Naciones Unidas aprueben una normativa general sobre la reestructuración de deudas soberanas “como lo ha hecho con las armas nucleares y con tantos temas importantes”. “Este tipo de situaciones, donde grupos inescrupulosos compran bonos que se sabe que no están pagados para llevarlos ante un juez, como el de Nueva York –en referencia a Thomas Griesa– y sacar un rendimiento de 1300 por ciento es algo que realmente compromete el desarrollo de los pueblos, que fue el motivo de fondo de esta cumbre”, añadió el canciller.

El otro apoyo de la Cumbre Iberoamericana tuvo que ver con el reclamo argentino al Reino Unido para que inicie un diálogo por la soberanía de las islas Malvinas “en el marco de las resoluciones de la ONU, la OEA y de las disposiciones y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas, incluyendo el principio de integridad territorial”. Destacaron, asimismo, “la permanente vocación al diálogo demostrada por la República Argentina”.

También le dedicaron un párrafo a la explotación de hidrocarburos en la zona de las islas decidida por los kelpers. Los presidentes “recuerdan los llamamientos de la comunidad internacional a abstenerse a adoptar decisiones que entrañen modificaciones unilaterales en la situación de las islas Malvinas”.