“Proponemos una ciudad inclusiva y mucho más justa. El macrismo trata de un menemismo por goteo, en el que la circunstancia política nacional e internacional no le permitió llevar adelante políticas neoliberales brutales.” Pocas horas antes del lanzamiento oficial como precandidato a jefe de Gobierno de la Ciudad, el subsecretario general de la Presidencia, el radical K Gustavo López, analizó en diálogo con Página/12 su propuesta política. A las 18, en el microestadio de Atlanta, formalizará su postulación –junto a su espacio político Concertación Forja y sus aliados de Convocatoria Popular– para la competencia por encabezar la fórmula porteña del Frente para la Victoria.

–Usted es el primero que se lanza al ruedo dentro del Frente para la Victoria. ¿Cuál es el eje de su propuesta?

–Lo que planteamos es construir política sobre otros valores, contrapuestos a los del macrismo. Nuestro plan de gobierno implica no sólo urbanizar las villas como uno de los pilares, sino además construir en los terrenos propios. Proyectamos la construcción de siete mil viviendas por año para los sectores medios y construir escuelas, porque uno se pregunta por qué las escuelas medias de la zona norte de la ciudad tienen 40 por ciento de vacantes libres y en el sur faltan por lo menos 33 escuelas si sumás a los pibes que no tienen vacantes. Si la mano invisible del mercado hace que la construcción sólo sea un negocio inmobiliario, construye la Ciudad que está dejando el macrismo. Uno no plantea prohibir el negocio inmobiliario, sino que intenta sumar desarrollo en infraestructura social.

–Usted plantea una ciudad con mayor contenido solidario...

–El gobierno de Macri se movió priorizando el mercado, el individualismo, y nosotros decimos lo contrario: primero las políticas públicas sobre el mercado. El derecho a la vivienda sobre el negocio inmobiliario, el derecho a la educación sobre el subsidio a la educación privada, el derecho a la salud sobre la medicina prepaga. Es decir, la solidaridad sobre la individualidad. Sobre estas ideas y con la misma plata podemos hacer cosas absolutamente diferentes.

–La caracterización del macrismo parece asemejarse al menemismo, pero en el PRO intentan despegarse de esta definición. ¿Cómo ve esta idea?

–En realidad, se trata de un menemismo por goteo. La circunstancia política nacional e internacional no le permitió llevar adelante políticas neoliberales brutales. Yo pongo el ejemplo en la vivienda, en la salud, en la educación, porque un país que duplicó su PBI en once años, duplicó también el PBI en la ciudad de Buenos Aires y tal vez un poco más por la movilidad económica que hubo. Sin embargo, la Ciudad no sólo no atendió las desigualdades, sino que como no hubo desarrollo de políticas estatales de intervención se acentuaron las desigualdades. Porque el país creció, pero en la Ciudad el norte creció un 90 por ciento y el sur un 10 por ciento. En el tema vivienda, de los 20 millones de metros cuadrados que se construyeron en la Ciudad corresponden a estas cifras del 90 al norte y el 10 al sur. Pero lo que marca esto es que el ciento por ciento de los datos pertenece al mercado privado.

–¿Qué lo decidió a dar el paso y lanzarse al ruedo electoral?

–Queremos mover un poco el avispero. Porque si el kirchnerismo es la fuerza más dinámica y la Presidenta puede convocar a 300 mil personas a la Plaza de Mayo, ¿cómo es posible que no podamos después aglutinar toda esta fuerza en la Ciudad? Esto es lo que nos estamos proponiendo, ser una parte de los que ayuden a mover toda esta fuerza en la ciudad de Buenos Aires. La consigna es Empieza Otra Ciudad, porque queremos construir sobre otros valores. En el espacio político que estamos construyendo está el MILES, de Luis D’Elía; el SI, de Carlos Raimundi; Socialistas para la Victoria y muchos compañeros más. En Convocatoria Popular creemos que las PASO son un buen instrumento para que el FpV amplíe su base con los que queremos competir por dentro. Tenemos una propuesta política: queremos una Ciudad más justa, más inclusiva, más equitativa. Estamos movilizando a sectores para recuperar esta Ciudad que fue progresista. Alfonsín ganó con el 63 por ciento de los votos y durante el menemismo ganó el Frente Grande. Hoy el kirchnerismo es esa representación mucho más profunda y extendida en el país. Es un desafío difícil ganar, pero tenemos con qué.