El nuevo secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, le tomó ayer juramento a Juan Martín Mena, quien de esa manera asumió el cargo de subsecretario de la Secretaría de Inteligencia (SI). El recambio en la cúpula implica una fuerte movida de la Presidenta para retomar el control de la SI que, desde su óptica, estuvo jugando su propio partido, en algunos casos en discrepancia con las políticas de la Casa Rosada. Una prueba categórica de estas desconfianzas fue que la primera decisión de Parrilli fue desplazar de su cargo al poderoso jefe de Operaciones, Jaime Stiuso. Las mayores discrepancias con la SI tuvieron que ver con el caso AMIA, en el que se percibió que los hombres de la calle 25 de Mayo, donde está la central de espías, estuvieron alineados con Estados Unidos e Israel, no con el Gobierno. Mena es justamente un especialista en el expediente AMIA: lo conoce al detalle.

Hasta esta semana, Juan Martín Mena –de 35 años– fue jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia, trabajando muy cerca del ministro Julio Alak y de su vice Julián Alvarez, quienes le asignaron algunas de las tareas más delicadas, como coordinar la redacción del nuevo Código Procesal Penal y redondear el texto final. En las audiencias en el Congreso, Mena participó de manera activa con el ministro y el viceministro.

La sensación en el Gobierno es que la SI estaba operando con determinados jueces federales, en algunos casos a favor de Sergio Ma-ssa y en otros directamente en contra de la Casa Rosada. Para colmo, algunas internas tuvieron enorme repercusión, incluyendo los reproches por la extraña muerte de Pedro Viale, El Lauchón, uno de los hombres de confianza de Stiuso. La salida de este último muestra la impronta que le darán las nuevas autoridades a la SI: alineamiento ciento por ciento con la Presidenta y con la política, sobre todo exterior, del Gobierno.

Mena es abogado, recibido en la UBA, y estuvo a cargo de la defensa del Estado en casos importantes. Por ejemplo, representa al Estado en los expedientes relacionados al atentado contra la AMIA; redactó las presentaciones judiciales en defensa del Memorándum de Entendimiento con Irán; participó de las audiencias en que se debatió el devenir de lo que se llama el Encubrimiento, o sea el expediente por el que se va a juzgar a Carlos Menem, al ex juez Juan José Galeano y a todos los que supuestamente participaron del desvío de la investigación del atentado. También se especializó en la lucha contra el ciberdelito y la criminalidad económica y estuvo al frente de un equipo del Ministerio de Justicia que hizo un seguimiento de los juicios por delitos de lesa humanidad en todo el país. Con su perfil judicial pisará fuerte en la SI en lo que tiene que ver con el caso AMIA y la cuestión del terrorismo internacional.

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