La presidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa su recuperación en la quinta de Olivos luego de haberse fracturado el tobillo de su pierna izquierda el viernes por la tarde. La mandataria, que se encontraba en Río Gallegos cuando sufrió el “accidente doméstico” que le causó la lesión, viajó por la noche a Buenos Aires, donde fue atendida en el sanatorio Otamendi. Luego se trasladó a la residencia oficial, donde continuará con el reposo que se le indicó hasta por lo menos el lunes, cuando tiene previsto retomar la actividad oficial.

CFK “sufrió una contusión del tobillo izquierdo, lo cual le produjo una fractura bimaleolar sin desplazamiento”, según el diagnóstico que hicieron en el Otamendi, comunicó ayer la Unidad Médica Presidencial en un único parte de salud. Ante ese cuadro se le indicó “inmovilización, tratamiento sintomático y control evolutivo”, dice el texto que lleva las firmas de los doctores Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández.

La mandataria pasó la jornada de ayer en Olivos, “de buen humor y atendiendo telefónicamente asuntos de gobierno”, según confiaron a Página/12 fuentes oficiales. El lunes, tal como estaba previsto, retomará la actividad oficial aunque no mantendrá audiencias, por lo que queda descartado un encuentro con representantes de la CGT oficial, tal como se había anunciado hace algunos días, aunque nunca confirmado.

El “accidente doméstico” que produjo la fractura tuvo lugar el viernes por la tarde en su casa de Río Gallegos, y minutos después la Presidenta ingresó en el Hospital General de esa capital provincial para realizarse los primeros estudios. Luego de diagnosticar preliminarmente un esguince, allí se decidió trasladarla a Buenos Aires para llevar a cabo una tomografía y una resonancia magnética, dos estudios que no podían realizarse en Santa Cruz.

Fernández de Kirchner arribó cerca de las once de la noche de ese día al Aeroparque Metropolitano, a bordo del avión oficial Tango 01 en el que viajó junto a su familia. Luego de ser atendida en el Otamendi fue rápidamente externada y se dirigió a la residencia oficial. “La Presidenta @CFKArgentina se encuentra reposando en Olivos y no ‘recluida’ como informa el diario @lanacioncom”, informó ayer por la mañana la cuenta de Twitter oficial de la Casa Rosada.

La jefa de Estado ya había sufrido un esguince en ese mismo tobillo izquierdo en marzo pasado, cuando se encontraba de visita oficial en Roma, y por ese motivo asistió a una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano luciendo una férula. Ese antecedente incidió en la decisión de realizarle una tomografía computada y una resonancia magnética además de la habitual placa de rayos X para comprender la naturaleza de la nueva lesión, por lo que finalmente decidió adelantar en un día su regreso a Buenos Aires.

Desde la oposición, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, criticó que “adonde esté un presidente” no haya “siempre una unidad médica con todos los elementos necesarios como para producir una atención correcta”, en referencia a lo sucedido en Río Gallegos. “Me extraña que frente a una fractura hayan tenido que hacer todo un traslado, con lo que habrá significado para la señora presidenta, porque debe haber sido doloroso un viaje en esas condiciones, por más que le hayan inmovilizado el pie”, dijo.