Tras la decisión del gobierno porteño de aumentar el precio de la multa por acarreo a 580 pesos, diversos legisladores opositores cuestionaron el estado de la licitación, que hegemonizan dos empresas desde 1991. Las compañías BRD y Dakota se embolsan la recaudación del acarreo, que asciende a más de ocho millones de pesos por mes y pagan un canon de 55 mil pesos al Estado. El subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich, salió a defender a la gestión PRO: “Pasó el gobierno de De la Rúa, Ibarra y Telerman y no se pudo resolver. Yo estoy desde agosto de 2009 y fue uno de los temas que Macri me pidió que resolvamos”, se excusó. Dietrich opinó que las empresas tienen un costo operativo alto y, de esta forma, justificó el aumento del monto de acarreo. “Hay mucho costo en personal, reparación, combustible, tareas administrativas, entre otras cosas. Hoy una grúa es cara. Está todo el día dando vueltas por la Ciudad”, se mostró comprensivo con las empresas. No explicó, en cambio, por qué además el gobierno porteño les destinó 122 millones de pesos en concepto de “alquiler de camiones” desde 2008 hasta la actualidad.